El despertar del Dragón

—Sabes demasiado, así que también tienes que morir —pronunció Tigris con lentitud mientras miraba a Noé.

Cuando Noé se enfrentó a Tigris, el terror de su rostro fue sustituido por una expresión de desesperación.

Sabía que no tenía escapatoria si Tigris estaba decidido a matarlo.

Cerró los ojos y esperó a que llegara su momento final.

—Todo lo que posees te lo he dado yo. Ahora, voy a recuperarlo.

Tigris levantó la mano y una esfera de obsidiana apareció sobre su palma, con un rayo recorriendo su cuerpo.

Al instante siguiente, una succión golpeó a Noé, y la energía espiritual de su cuerpo empezó a drenarse poco a poco.

En un sumidero cercano, el alma naciente de Jaime, que había sido golpeada y maltratada hasta quedar irreconocible, empezó a brillar. Sin embargo, Tigris estaba demasiado concentrado en succionar la energía espiritual de Noé como para darse cuenta de eso.

El cuerpo de Jaime se estaba recuperando por magia. En poco tiempo, sus heridas estaban curadas en su totalidad. Incluso su piel, ahora inmaculada, brillaba.

se hizo más fuerte, sino que también

aquella lucha a muerte. Ahora estaba a un paso de convertirse

Entonces, se elevó en el aire,

ojos cerrados. No luchó en absoluto. Ya se había resignado a su

aquello, Jaime frunció el ceño. Al segundo siguiente, soltó un rugido y lanzó

tomó totalmente desprevenido

vio a Jaime, retrocedió

es posible? ¿Cómo has sobrevivido a esa explosión? Aunque tuvieras el Alma

Cuando vio a Jaime de pie ante él,

demonio tigre como tú sigue vivo? —replicó Jaime

liberó una poderosa oleada de aura

una mirada

¿Y qué si no has muerto? No eres rival para

un Alma Naciente pudiera derrotar a

no pudo evitar fruncir el ceño