El despertar del Dragón

La esfera negra de luz se rompió al instante en pedazos brillantes antes de desvanecerse en la nada.

Tigris se quedó mirándola mientras sus ojos ardían de furia. Además del cetro, la esfera de luz negra había quedado destruida.

Las bazas en su mano se reducían por momentos.

Lo mismo podía decirse de Jaime, ya que la energía espiritual de su cuerpo estaba casi agotada.

No podía reponer su energía espiritual eficientemente cuando se enfrentaba a un drenaje tan rápido. Los dos estaban en un punto muerto mientras se miraban con aprensión. Ninguno de los dos estaba dispuesto a dar el primer paso.

El factor determinante de su éxito dependía de contar con el apoyo de los ayudantes.

—Oh, honorable Maestro, mi deidad, te suplico que me concedas fuerza…

Tigris se arrodilló ante la escultura de piedra una vez más y suplicó fuerza. Sin embargo, la escultura de piedra permaneció inerte, para su infortunio.

espiritual que lo rodeaba. Por desgracia, la energía espiritual que quedaba en la isla ya no era tan abundante como antes. Además, la rápida absorción de Jaime había agotado

sido causada por

una posición demasiado incómoda mientras se miraban

que se había olvidado de Noé, que había escapado discretamente y huía del terreno

en busca de ayudantes. Mientras Jaime los tuviera consigo, sería innegable

con destreza marcial en la isla, apuntó a Forero y

para localizar a Forero y Colín. Los encontraron de inmediato, ya que ambos

—Noé, ¿qué tienes pensado?

al descubrir que

que Noé acabara con ellos, ya que su fuerza marcial estaba sellada.

Jaime —Noé se apresuró a presentar dos pastillas ante Forero y Colín—.

intercambiaron una mirada. Aún

de ser engañados por él y su padre y no volverían a caer en

sincero. Mi padre está muerto. El señor Casas está atascado en una parte crucial de su duelo con Tigris. Con