—¿Mi*rda? —bromeó Edgar con una sonrisa burlona—. ¿Y qué si lo soy? Si te niegas a desnudarte, no me culpes por lo que voy a hacer…

Con eso, agitó el brazo y atrajo al adolescente hacia su mano.

Éste, que ahora estaba a merced de Edgar, rompió a llorar.

—¡Señorita, por favor, sálveme! Por favor, ¡sálveme! —suplicó el adolescente mientras miraba suplicante a los ojos de Astrid.

Tan frenética como estaba Astrid, no se atrevía a desnudarse en público.

Para empeorar las cosas, no sólo nadie más intervino para ayudar, sino que varias personas también habían comenzado a instar a Astrid a quitarse la ropa.

Después de todo, no había forma de que alguien quisiera dejar pasar la oportunidad de ver a una de las mejores bellezas de Ciudad de Jade haciendo un espectáculo de striptease.

—¿Aun no vas a desnudarte? —dijo Edgar mientras apretaba con fuerza el cuello del adolescente, dejando a éste sin poder hablar ni respirar.

Cuando Astrid vio que el chico se ponía rojo y con los ojos desorbitados, se puso aún más nerviosa y alterada.

único que pudo hacer fue

prisa y quítate la ropa! Salvar una vida es

hay en desnudarse? Cierra los ojos

hacernos

multitud instándola con tanta insistencia,

¿Por qué tengo que ser tratada así? Ojalá hubiera escuchado a papá. Si no me hubiera escapado, nada de esto habría ocurrido. ¡Argh! ¡El niño se está

a las familias prestigiosas? Ya es bastante malo que no hagan nada por ayudar, ¿pero tienen que alentar un comportamiento tan

las artes marciales es un auténtico pozo negro... —Jaime replicó

interior y

que se había desabrochado el primer botón, se

para amenazar

seguido de una fuerte y aterradora onda de energía que salió disparada hacia Edgar y golpeó

golpe fue tan potente que éste dejó caer al adolescente

—gritó Edgar

otro experto en artes marciales escondido entre la

saltó a la arena de artes marciales,

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255