El despertar del Dragón

Capítulo 1737

Cuando el hilo de pensamientos de Jaime terminó allí, pareció algo emocionado y deseoso de marcharse.

«¡Necesito encontrar al señor Forero!».

Al ver que Jaime tenía prisa por irse, Bruno le dijo:

—¿Tienes algún problema, Jaime? Si es así, puedo pedirle a mi familia que te ayude. Después de todo, somos amigos. Eres bienvenido a pedir ayuda.

Mostró un gran interés por Jaime, como si quisiera embaucarlo.

Agradecido, Jaime respondió:

—Agradezco su oferta, señor Garay. Sin embargo, se trata de un asunto privado. Si necesito ayuda, me aseguraré de visitar a la familia Garay.

—De acuerdo. Pediré a alguien que se ponga en contacto con mi familia y les diga que obedezcan tu petición. —Bruno sonrió.

Después de que Jaime se despidiera de Bruno y Casio, siguió a Fernando de vuelta a Ciudad de Jade antes de correr hacia Puerto Blanco sin detenerse.

Esperaba que Forero siguiera fascinado por las mujeres.

Y acertó, porque cuando llegó a la residencia de los Sandoval, vio a dos hermosas mujeres haciéndole compañía. Además, Forero no tenía muy buen aspecto.

Jaime pudo darse cuenta de que era porque Forero se había excedido en

e hizo un gesto a las

mujeres! ¡Mírate ahora! ¡No te queda energía vital en el cuerpo! —Resignado, Jaime se quedó

rio entre dientes y se levantó antes de estirar

cultivando aquí. En cualquier caso, ¿por qué estás aquí? ¿Necesitas algo de

prepares

talismanes de

a Evangelina. Ha

cosas han cambiado en el transcurso de varios miles de años.

seria,

y que está en

expresión seria de Jaime, Forero retiró

apresado debe

talismán rastreador, necesitaba algo que poseyera el aura del

—Mientras Jaime hablaba, le entregó a

pasmado y tragó saliva en cuanto la

distraiga mientras hago los talismanes? ¿Para

con estas prendas. —Por aquel entonces, Jaime

solo fue al Palacio Carmesí y tomó la

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