El despertar del Dragón

Forero se quedó sin habla mientras miraba fijamente a Jaime.

«Si Jaime se convierte en verdad en discípulo de este anciano, ¿no se convertirá también en mi maestro?».

—Muy bien. Ya que estás dispuesto a hacerlo, por favor, entra en la secta. En cuanto a los demás, no se les permite entrar —Tan pronto como el anciano terminó su frase, su figura desapareció en el aire.

Jaime se quedó mirando la oscuridad bajo las puertas de la secta antes de volverse hacia Forero.

—Señor Forero, ustedes deberían esperar aquí. Yo entraré a echar un vistazo.

—¡Jaime, ten cuidado! —le recordó Forero.

Jaime asintió antes de entrar en la secta.

En el momento en que entró, el espacio a sus espaldas fluctuó, y pronto desapareció de la vista.

Posteriormente, la oscuridad frente a él fue sustituida por un palacio altísimo y una escena tranquila pero bulliciosa.

Todo el mundo iba vestido como un maestro de encantos, y los amuletos flotaban con libertad en el aire. Sin embargo, Jaime parecía ser invisible para aquella gente.

cuando era próspera? —Jaime no pudo evitar murmurar para

el anciano de

—Sígueme.

asintió y siguió al anciano al interior de un

conjuro en voz baja y la estatua parpadeó

anciano se volvió hacia Jaime y le

Secta Ira del Cielo, no debes tener ninguna agitación interior ni pensamientos que te distraigan. También debes ser bondadoso y tener una mentalidad fuerte. Ahora entraré en tu cuerpo. Debes

y liberó su sentido espiritual

convirtió en un destello de luz y entró en

anciano vagó por todas partes en el cuerpo de Jaime, pero cuando llegó a la mente de éste, un repentino destello de luz dorada iluminó la oscuridad antes de que un dragón dorado apareciera frente a él. El dragón

estaba llena de orgullo mientras miraba

cambió mientras su alma espiritual retrocedía

vio al anciano sudando

terminado de

anciano permaneció en silencio. Tardó un rato

dragón. Me he extralimitado. Por favor, perdóname... —dijo el anciano mientras

a ayudar al anciano a ponerse en

gente ha dicho lo mismo de mí. ¿Puede decirme quién es mi padre? ¿Es un dragón? —preguntó Jaime, ya que el anciano también le había llamado