Capítulo 1999 Nadie se atreve a ofender

Mientras hablaba, Fabio ordenó al camarero que llevara otra jarra de vino. Jaime le dedicó una leve sonrisa y pagó la cuenta.

Luego sacó un fajo de billetes, lo puso sobre la barra del bar y le dijo al camarero:

—Dejo el dinero aquí. A partir de ahora, este señor no tiene que pagar cuando venga a beber.

—De acuerdo... —Al notar el fajo de billetes, el camarero se lo guardó de inmediato.

Fabio rio con ganas.

—Qué joven tan constante. Eres mucho mejor que ese viejo tacaño. Ven, vamos ahora a mi casa.

Fabio siguió riendo y rodeó con su mano el hombro de Jaime.

Después de lanzar puñales por los ojos a Fabio, Forero salió del bar con ellos.

Poco después de salir del bar, Jaime sintió que alguien les seguía por detrás. Cuando estaba a punto de darse la vuelta para ver quién era esa persona, Fabio le tocó el hombro y le advirtió:

—Sigue andando…

del consejo del anciano y siguió caminando, como si no se diera

Sus ojos

enfrentarte a la muerte. —La suave voz de Fabio resonó con inmenso poder, audible a varios

escuchar la voz de Fabio, dos artistas marciales vestidos con atuendos de

—Fabio entrecerró los ojos y un aura asesina envolvió al

dos samuráis estaban tan aterrorizados que temblaron y cayeron

molestarlo. Sólo lo seguíamos... —explicaron, señalando con un dedo

era evidente que no tenían el valor de acecharle. Interrogó al

mi amigo. ¿Por qué

pero ninguno de los dos se atrevió a romper

antes de exhalar una nube de niebla que envolvió a los dos

—Los dos samuráis gimieron de

pudo soportarlo

Romario nos ordenó investigar a ese hombre porque rescató a la señorita Yuri. Quería saber más

la mano despreocupado, disipando la niebla. Cuando el dolor se disipó, los dos samuráis se

que ya saben que es mi amigo, vuelvan y díganle a

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255