El despertar del Dragón

Sus hombros blancos como la nieve y sus delgados muslos quedaron al descubierto, y sus ojos se llenaron de tierno afecto.

Jaime se sorprendió al ver a Yuri arrodillada ante él.

—Amo, permítame servirle esta noche... —El rostro de Yuri enrojeció, su mirada ardía mientras buscaba a Jaime.

Su respiración era agitada y febril, como si quisiera devorarlo.

Jaime frunció un poco el ceño y su dedo tocó con suavidad la frente de Yuri, enviando una oleada de energía espiritual a su cuerpo.

Su mirada ardiente desapareció y fue sustituida por una tímida mirada llena de miedo. De inmediato, Jaime tomó una sábana para cubrir a Yuri.

Yuri asimiló su propia mirada y un torrente de lágrimas rodó por sus mejillas.

—Ve a decirle a tu padre que, ya que he aceptado quedarme, liberaré a la familia Gayoso del santuario. No hay necesidad de esto —dijo Jaime.

Con eso, cerró los ojos y comenzó a cultivar.

Jaime sabía que no podía descansar. Mucha gente

el rostro sereno de Jaime y se quedó aturdida por un instante, con el corazón latiéndole con

que acompañara a Jaime. Sin embargo, por su familia y sus padres, no tuvo más remedio

Jaime tenía un autocontrol increíble,

despacio, con los ojos fijos en Jaime.

ojos y suspiró con fuerza tras asegurarse de que ella se había ido. Al fin y al cabo, sólo era humano. ¿Cómo podía no reaccionar ante tanta

cruzar esa línea. Josefina seguía sufriendo, y él no podía hacer nada que la

de Arlo y Marlo se extendió de

al lado de Marlo,

gente sólo podía adivinar quién

no tenía poder para matar a Marlo, que

que había sido un experto de Cananea resentido con la familia Gayoso, pero ¿por

tampoco

que Romario despertara rumores a propósito, la identidad del asesino seguía siendo un misterio. Sin embargo, alguien sentía el peligro