No le importa

Independientemente de que Saulo pudiera abrir la entrada al reino secreto, Jaime no tuvo más remedio que intentarlo.

«Si no lo intento, tendré que esperar diez días para que el señor San Miguel me preste el Pergamino Divino».

Saulo sonrió con amargura al escuchar aquello. Se puso en pie apoyando una mano en la pared para apoyarse antes de tender la mano hacia Jaime.

Jaime sabía lo que Saulo quería, así que le dio un cigarrillo y se lo encendió.

Saulo dio una profunda calada al cigarrillo y exhaló una espesa nube de humo.

—Estás subestimando a la Secta de Corazón Maligno. La secta es más fuerte que cualquier cosa que hayas visto antes. Yo no soy más que un peón suyo.

Dicho esto, Saulo continuó fumando.

—¿Es la Secta de Corazón Maligno más fuerte que Baal? —preguntó Jaime.

—Eh... —Saulo se quedó sin palabras.

lo fuerte que es Baal, y Secta de

quedarse callado un rato,

de

a dejarte vivir para que me veas derrotar a la Secta de Corazón Maligno.

cigarrillo y se dio la

cigarrillo entre los dedos y se sumió en

mañana siguiente, temprano, Jaime ordenó a Giovanni que llevara a Saulo a la entrada del reino secreto de la Secta

se apresuraron

poco las manos y apareció la entrada al reino secreto. Sin

la entrada al reino secreto

un peón. No conozco el

las palabras de

—No puedo. Yo...

pero Jaime de pronto palmeó el hombro de Saulo y disparó una ráfaga

como si miles de hormigas le estuvieran mordiendo el corazón,

doloroso que Saulo empezó a gritar de

¡Morir no es tan torturante

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