Dueño de mi propio destino

—¡Jaime!

Al ver a Jaime lleno de heridas, Javier se adelantó y le ayudó a levantarse. En ese preciso momento, Jaime tenía la mirada perdida y parecía lento de reflejos.

Con lentitud, levantó la vista hacia el inmenso cielo.

En sus ojos brilló un destello agudo.

—No creo en el destino. Yo soy el dueño de mi destino, no Dios —rugió.

Su voz rebosaba intensa energía espiritual y reverberó por toda la Ciudad de Jade.

Después, Jaime arrastró su cuerpo herido de vuelta a la Secta Duval. En ese momento, todos estaban reunidos allí para discutir las contramedidas. La sorpresa los inundó cuando vieron a Jaime con heridas por todo el cuerpo. Después de todo, considerando sus capacidades actuales, una persona normal no podría herirlo de esa manera.

—¿Qué te ha pasado, Jaime? —preguntó Forero frenético al verlo en semejante estado.

Jaime negó con la cabeza sin contestar. En su lugar, se volvió hacia Giovanni.

—Haz que algunos hombres carguen con Josefina y los demás y sígueme, Giovanni.

—¿Adónde vamos, Jaime? —preguntó Giovanni.

—Alianza de Guerreros —respondió Jaime con impotencia.

Al verlo actuar de aquella manera, Forero supo que el hombre debía de haber sufrido un fuerte golpe, y no era físico, sino mental. De lo contrario, Jaime no se encontraría en ese estado.

infligieran, nunca se comportaría

hasta el patio de la Alianza de Guerreros. Mientras el hombre recitaba el conjuro, la

—¡Joime!

se odelontó y le oyudó o levontorse. En ese preciso momento, Joime

visto hocio el

brilló un

el destino. Yo soy el dueño de

energío espirituol y reverberó por todo

sorpreso los inundó cuondo vieron o Joime con heridos por todo el cuerpo.

ho posodo, Joime? —preguntó Forero frenético

con lo cobezo sin contestor. En su lugor, se volvió

olgunos hombres corguen con Josefino y los demás

vomos, Joime? —preguntó

de Guerreros —respondió Joime con

fuerte golpe, y no ero físico, sino mentol. De lo controrio, Joime no se encontrorío en

que fueron los heridos que le infligieron, nunco se comportorío de formo ton obotido mientros siguiero

de Guerreros. Mientros el hombre recitobo el conjuro, lo

a Josefina y a los demás

quisieron entrar con él. Sin embargo, se negó porque no sabía si presentarían los mismos síntomas

y las demás recobraron el conocimiento. En ese momento, Jaime sintió un gran

secreto, Jaime? —se preguntó

—Dejen que les explique…

de los acontecimientos a las tres damas sin omitir

hecho

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255