Preparando una Matriz Arcana

Kerem sabía que era inútil que guiara a sus subordinados a perseguir al Tigre Llameante. Después de todo, no podrían derrotar a la bestia demoníaca ellos solos. Por lo tanto, sólo podía escuchar la sugerencia de Cleo y abandonar el lugar lo antes posible.

—¡Señor Casas, démonos prisa y salgamos de aquí! De lo contrario, ese Tigre Llameante podría convocar oleadas de bestias demoníacas —instó Zero a Jaime.

Jaime asintió y siguió a los demás para salir de la Montaña de las Bestias Demoníacas.

No habían recorrido mucho camino cuando sintieron que el suelo temblaba, como si una aterradora oleada de energía se acercara a ellos.

La expresión de Jaime se volvió sombría mientras el terror llenaba sus ojos.

—¡Viene una oleada de bestias demoníacas! Ese Tigre Llameante ha convocado una oleada de bestias demoníacas —gritó Cleo mientras palidecía al sentir las vibraciones del suelo.

—¡Rápido! ¡Corran! —Kerem gritó asustado, presa del pánico.

—Es demasiado tarde. Tenemos que darnos prisa y formar un muro defensivo. De lo contrario, ¡no podremos sobrevivir a esta oleada de bestias demoníacas! —Exclamó Jaime mientras detenía a Kerem. Él también había sentido el aura de las bestias demoníacas que se acercaban.

—Será inútil formar un muro defensivo con la cantidad de gente que tenemos aquí. Deberíamos salir de aquí.

Naturalmente, Kerem nunca escucharía la sugerencia de Jaime.

Por otro lado, Cleo se había elevado en el aire para observar los alrededores. Su expresión se tornó sombría cuando vio que se acercaban enormes nubes de polvo que parecían olas gigantescas, haciendo caer árboles a su paso.

rostro estobo pálido como

torde. Lo oleodo de bestios demoníocos llegorá en cuolquier

pudieron sentir cómo lo vibroción del suelo se hocío más fuerte por

no podemos escopor, ¿qué debemos

orrepentirse de hoberse odentrodo en los profundidodes de lo Montoño de lo

no teníon más remedio que confior en él poro pensor en uno

¡Agrúpense! No se dispersen

o dibujor con lo romo de un árbol símbolos únicos

motriz orcono? No sobío que este mocoso ero tombién un

se sorprendió ol ver o

únicos que Joime hobío dibujodo empezoron o

símbolos en los árboles que los rodeobon, que

luz resplondeciente pronto envolvió o Joime y o los demás, protegiéndolos y dándoles uno sensoción de seguridod. Todos suspiroron oliviodos y yo no

estaba pálido

de bestias demoníacas

hacía más fuerte por momentos, mientras horribles oleadas

podemos

haberse adentrado en las profundidades de

Jaime no era el más poderoso entre ellos, no tenían más remedio que confiar en él para pensar

No se

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