Regreso

La noticia de la llegada del Tigre Llameante con un gran grupo de bestias demoníacas hizo que el corazón de Evangelina se hundiera.

Después de todo, el hecho de que el Tigre Llameante estuviera bien significaba que algo malo le había ocurrido a Jaime.

Por lo tanto, Evangelina supuso que el Tigre Llameante debía haber ido a causar otra oleada de ataques como acto de venganza.

«Moriríamos si nos enfrentábamos a ellos por nuestra cuenta».

—¡Señorita Gabaldón, salgamos de aquí antes de que sea demasiado tarde! —instó Zero.

—Ustedes vayan delante. Yo voy a matar al Tigre Llameante para vengar al señor Casas.

Evangelina planeaba vengar a Jaime mientras dejaba que Zero y los demás se marcharan.

Zero pensó que Evangelina había perdido la cabeza.

—Señorita Gabaldón, usted no es rival para el Tigre Llameante. Además, ha traído consigo innumerables bestias demoníacas. No debe sacrificarse por nada —le aconsejó Zero.

negó obstinadamente a escuchar. De hecho, una

mientras los rugidos de las bestias demoníacas se hacían más fuertes, indicando que

Gabaldón no se retiraron. Agarraron con fuerza sus armas y se colocaron

ello, Zero apretó los dientes

Llameante

mano y el aura emanando de su cuerpo, Evangelina fijó

¿Hay alguien sentado

de que, en efecto,

Jaime hasta que

—Evangelina

demás seguían allí, Jaime saltó

qué no se fueron? ¿Dónde están

dio cuenta de que

sido devorados

escuchar eso,

demás fueron rescatados. Los estábamos

perseguir al Tigre Llameante, incluida la parte en que Casio y Bruno llevaron a sus hombres para salvar

los demás se habían quedado atrás porque estaban preocupados por

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