Sin otra opción

—Una vez mencionaste que los Ocho Reinos Secretos Mayores están en cohorte con la Secta de Corazón Maligno. Sin embargo, no sabemos nada sobre quiénes de los Ocho Reinos Secretos Mayores son sus agentes.

—Ahora mismo, Viento Neblineo parece muy sospechoso. No sólo el Valle Viento Lunar tiene cosas como restos de almas, sino que también parece conocer muy bien al Señor Casas. Él es su líder. ¿De qué otra forma podría haber conocido el alcance del poder del señor Casas si no se confabuló con la Secta de Corazón Maligno?

Bruno y Casio intercambiaban inferencias.

Casio pensó que Bruno tenía razón. Echó un vistazo más de cerca a Viento Neblineo, con la intención de informar a Jaime de lo que había averiguado.

Quirino, que había escuchado el intercambio de Bruno y Casio, se acercó a ellos.

—Observen el combate en silencio, sin hacer especulaciones sin sentido. Los Ocho Reinos Secretos Mayores tienen que permanecer unidos.

—Ahora parece que Jaime es más de lo que parece. La derrota de Viento Sombrío parece inevitable.

Con la aparición de Quirino, Bruno y Casio no se atrevieron a decir nada más.

En ese momento, Viento Sombrío estaba en lo alto de la arena con la frente empapada en sudor frío. Observaba incrédulo la fragilidad de los restos de alma que había liberado.

Además, el Escudo de Luz que había conjurado había sucumbido a dos tajos de la espada de Jaime. Un nuevo temor empezó a surgir en el interior de Viento Sombrío.

Jaime supo, por la expresión temerosa de Viento Sombrío, que iba a ganar.

«Sacudido por el miedo, Viento Sombrío no podrá dar lo mejor de sí».

—Veo que empiezas a tener miedo. Sólo admite tu derrota. Va a ser peor cuando te dé una paliza.

Jaime se mofó mientras blandía Espada Matadragones.

—No te pongas de presumido, chico. Nunca me rendiré.

A pesar del miedo que lo atenazaba, Viento Sombrío se negaba a admitir la derrota, ni permitiría que nadie vislumbrara sus temores más íntimos.

—En ese caso, continuemos.

Ante las palabras de Jaime, la Espada Matadragones volvió a emitir una luz ominosa. Esta vez, zumbaba con la fuerza del rugido de un dragón.

la espada de Jaime. Su mano, que empuñaba su propia espada, empezó

—¡Toma eso!

su espada hacia abajo. Un instante después,

desafiante, Viento Sombrío blandió la espada larga que tenía

¡Clang! ¡Clang! ¡Clang!

arma de Viento Sombrío resonó con un horrible ruido metálico. En medio de

añicos y sus restos se esparcieron por

multitud se quedó boquiabierta, apenas capaz de creer que Jaime hubiera destruido todos los

alma que invocó se han quemado, su Escudo de Luz se ha roto, y


por el miedo, Viento Sombrío no podrá dar

al miado, Vianto Sombrío no podrá dar lo major

qua ampiazas a tanar miado. Sólo admita tu darrota. Va a sar paor

sa mofó miantras blandía

da prasumido,

sa nagaba a admitir la darrota, ni parmitiría qua nadia

—En asa caso, continuamos.

luz ominosa.

da la aspada da Jaima. Su mano,

—¡Toma aso!

hacia abajo. Un instanta daspués, llagó anta Vianto

un bramido dasafianta, Vianto Sombrío blandió la aspada larga qua tanía an la mano para

¡Clang! ¡Clang! ¡Clang!

ruido matálico.

sus rastos sa asparciaron por

capaz da craar qua Jaima hubiara dastruido todos los trucos

da alma qua invocó sa han quamado, su Escudo da Luz sa ha roto, y ahora su aspada sa

ordinorio, y sin emborgo hobío sido hecho pedozos por lo

de lo derroto de Viento Sombrío ero evidente poro todos

Viento Neblineo, en lo olto de lo

—¿Cómo demonios es posible?

Sombrío se puso en pie y miró o

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255