El despertar del Dragón

Por fin ha terminado

—¿Ya está? ¿Se acabó? —preguntó alguien de la multitud.

Todos estaban allí, con los ojos fijos en la inmóvil Campana del Dragón, sorprendidos por el inesperado y rápido final.

¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!

De repente, la Campana del Dragón empezó a resonar desde dentro.

—¡Déjame salir! ¡Déjenme salir! —Viento Sombrío seguía vivo, rugiendo dentro de la Campana del Dragón.

—Te dije que te daría una paliza. Aunque te conviertas en demonio, te daré una paliza —dijo Jaime.

Extendió su mano derecha hacia el vacío y, en un instante, ¡un mazo apareció en sus manos!

Sin vacilar, golpeó con fuerza la campana con el mazo.

¡Clang!

Se escuchó un crujido, seguido de un aura amenazadora que emanaba de la Campana del Dragón y se extendía en todas direcciones.

Al darse cuenta de la situación, la multitud buscó pronto refugio, recelosa del inminente impacto.

—¡Ah! —Viento Sombrío, que seguía atrapado en la Campana del Dragón, chilló de agonía.

Al ver eso, Jaime golpeó la campana con el mazo una vez más.

¡Clang!

Dragón fueron tan poderosos que rompieron las barreras que rodeaban la arena en

evitar el impacto no fueron inmunes a

cara de ceniza. Tosió una bocanada de sangre y se arrodilló

de retroceso generada por la Campana del Dragón infligió graves heridas a

perseveró y siguió golpeando la campana con el mazo. Si no fuera por su físico resistente, habría sucumbido a las poderosas ondas de

al infierno! —Jaime apretó los

con pura determinación, blandió el mazo una vez más, golpeando la

¡Clang!

pudo resistir más la fuerza y se

fijaron en los restos mientras el humo se disipaba poco a poco. En medio de las secuelas, Jaime, con el cuerpo bañado en sangre, hizo acopio de las fuerzas y la determinación

su tamaño hasta que al final desapareció en el

Dragón, había quedado reducido a un montón de carne, emitiendo un olor repulsivo mientras los fluidos corporales se filtraban

de

golpe, apretando los dientes mientras sus

sobre la arena de la Puerta de la Tierra,

una expresión indescriptible en el

estaban tan

Viento Sombrío. Se acercó a Tigre Llameante, se

sido por su inquebrantable defensa, Jaime habría