Capítulo 240 Seremos obedientes
Al ver el efecto, Neera no pudo evitar sentirse sorprendida.
¡La influencia de Ex
Sasha dentro y fuera del círculo y su popularidad fueron extraordinarias! El efecto propagandístico fue tan bueno que ni siquiera Kyra y Simon pudieron alcanzar ese nivel.
Según este nivel, las ventas deben ser muy impresionantes cuando Neera lanzó los nuevos productos de su empresa.
Pensando que la primera batalla después de regresar a Kingsview estaba a punto de comenzar, ¡Neera estaba deseando que
llegara!
Por la noche, terminó de procesar el último documento, salió temprano del trabajo y fue a recoger a los trillizos.
Los trillizos estaban muy felices de ver venir a Neera y la rodearon con entusiasmo.
“Mami, ¿por qué vienes a recogernos hoy? ¿No necesitas trabajar horas extras?

Neera sonrió. “Hoy no. Estuve ocupado estos días, así que no tuve mucho tiempo para acompañarte. Haré una comida deliciosa cuando vuelva esta noche. Es una compensación para ti”.
Los trillizos inmediatamente vitorearon felices. “¡La gran comida de mamá! ¡Estamos deseando que llegue!
Al ver su entusiasmo, Neera se sintió un poco culpable. No podía cuidar a los trillizos cuando estaba ocupada. Pero afortunadamente siempre se cuidan bien.
Cuando llegó a casa, pidió a los trillizos que hicieran sus deberes mientras ella iba directamente a la cocina. Zúñiga la estaba ayudando a preparar la comida.
Pronto, el teléfono de Zúñiga sonó antes de que comenzara la cena. Fue la llamada de su hijo. No mucho después de recogerlo, parecía asustada.
Neera notó la reacción de Zúñiga y preguntó: “¿Qué pasa?”
Zúñiga preguntó ansiosamente: “Sra. García, ¿puedo pedir permiso? ¡Tengo un asunto urgente! ¡Tengo que volver inmediatamente!
Neera rápidamente lo tranquilizó: “Está bien. ¿Pero qué pasó?”
Zúñiga estaba tan ansiosa que casi lloró. “¡Mi hijo dijo que mi esposo se desmayó repentinamente y estaba en tratamiento de emergencia! Mi hijo es sólo un niño. Nunca se ha ocupado de esas cosas. ¡Ahora está en pánico! ¡Tengo que volver ahora!
Neera se quedó paralizada y preguntó: “¿Es en serio?”
Zúñiga negó con la cabeza. “Yo tampoco lo sé. Mi hijo está solo allí. ¡No entiende nada y no puede explicarlo claramente por teléfono!
Neera entendió la situación. Zúñiga estaba en pánico, por lo que probablemente no podía conducir. Además, era difícil llamar a un taxi en ese momento.
Neera reflexionó y decidió de inmediato. “No te preocupes. Te llevaré de regreso y veré a tu marido”.
Zúñiga quedó atónita cuando escuchó eso y no pudo evitar dudar. “¿Qué hay de los trillizos? Vivo lejos y casi cerca de la cabecera municipal. Se necesitan al menos tres horas para ir y venir”.
Los trillizos eran sensatos. Al escuchar eso, tomaron la iniciativa de decir: “Está bien. Podemos cuidarnos solos”.
Como hijo mayor, Harvey tomó la iniciativa de asumir la responsabilidad. “Puedo cuidar de Sammy y Penny. No te preocupes.”
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