El General Todopoderoso de Dragón

Al ver que James estaba a punto de atacar de nuevo, Morgott rápidamente agitó las manos y dio un paso atrás. "¡No, no más! ¡Ya es suficiente pelear! El Reino Haleth es tu territorio ahora, lo que te hace invencible aquí. Incluso si ganas, no sería una pelea justa.
"No quiero pelear más. Depende de ti si tomas prestada o no la Región Jawdat. Tal vez podrías dejarme usar un pequeño rincón cerca de la Puerta Xyrisia. Somos hermanos en las buenas y en las malas. Puedes hacer esto por mí, ¿verdad?".
James puso los ojos en blanco ante la repentina humildad de Morgott, una gran contradicción con su arrogancia anterior.
Morgott suspiró amargamente. "No puedo regresar al Mundo del Vacío del Reino Xanadu, James. Todavía tengo asuntos que atender aquí. No tienes que ser tan cauteloso conmigo. Ya has comprendido los Cuarenta y Nueve Daoísmos y te has convertido en el gobernante del Reino Haleth. No soy rival para ti aquí y no puedo causarte muchos problemas. Por el bien de nuestra amistad...
James lo interrumpió. “Basta. No me vengas con eso. Debo saber qué más estás tratando de lograr en el Reino Haleth”.
James estaba genuinamente preocupado por los planes de Morgott. Como nuevo gobernante del Reino Haleth, tenía muchas responsabilidades, incluida la limpieza del desastre dejado por el Camino Waitara y los Emperadores de los Cinco Caminos. Ni siquiera había encontrado el tiempo para buscar a su esposa. Sería aún más agotador si Morgott se sumara a sus problemas.

Al ver la vigilancia de James, Morgott suspiró. "Se suponía que sería una sorpresa, pero supongo que tendré que arruinarlo por adelantado".
Hizo un gesto con la mano y una luz deslumbrante brilló en el vacío. Entonces, una hermosa mujer apareció a su lado. La rodeó con el brazo y dijo emocionado: "Mi principal propósito es celebrar nuestra boda". La mujer inmediatamente le dio un codazo en el estómago, haciendo que Morgott se riera.
James estuvo momentáneamente confundido. Miró a Morgott, que parecía medio bromear, luego se volvió hacia la mujer con una expresión de sorpresa y preguntó: "¿Ustedes dos se casarán?"
Morgott se rió, "¡Por supuesto! Ella va a ser mi esposa... argh".
Antes de que terminara de hablar, la mujer lo golpeó, enviándolo a volar a la distancia.
Miró a James con tristeza
y dijo: "Felicitaciones por convertirte en el Camino Supremo, gobernante del Reino Haleth. Es una lástima que no pueda estar a tu lado o pasar noches sin dormir contigo. ¡Pronto seré una mujer casada!"
Ella estalló en lágrimas, luego extendió la mano para secarlas. James la miró estupefacto, con los ojos llenos de sorpresa.
Morgott regresó e inmediatamente