El General Todopoderoso de Dragón

Capítulo 1077
Solo unas pocas personas confiables conocían la fuerza de James. Era poco probable que el Sr. Gabriel se sintiera amenazado
si no conocía su fuerza.
Por lo tanto, James sintió que el Sr. Gabriel simplemente lo ignoraría.
Maxine lo pensó detenidamente y sintió que la lógica de James tenía sentido.
Si ella fuera el Sr. Gabriel y supiera que James no es fuerte, tampoco le prestaría atención.
Incluso si James tuviera autoridad, no sería una gran amenaza.
“Me estaba preocupando demasiado”.
Maxine no dijo nada más. Continuó comiendo sus nueces mientras entraba a la casa.
“Cariño…”
Thea dudaba en hablar.
James preguntó: “¿Qué pasa? ¿Por qué estás dudando?
Thea lo pensó y sintió que debía contarle a James lo que estaba sucediendo en Cansington para
evitar que la culpara por ello en el futuro.

Thea murmuró: “Los Callahan se enteraron de tu nombramiento como Emperador y planean
celebrar un banquete en Cansington el día de tu ceremonia de sucesión. Quieren aprovechar la oportunidad para
invitar a los peces gordos en Cansington y presumir”.
Bajó la cabeza como una niña que cometió un error, sin atreverse a mirar a James a los ojos.
Al escuchar esto, James frunció el ceño.
Sin embargo, era como se esperaba de ellos. Conocía muy bien la virtud de los Callahan.
Eran solo un montón de snobs desagradecidos.
“Que hagan lo que les plazca”.
James no tenía tiempo para molestarse con esas cosas y no le importaba mientras no hicieran nada fuera de lugar
.
Después de pensarlo, le recordó: “Diles que mantengan un perfil bajo tanto como sea posible. No
tengo tiempo para distraerme y no podré protegerlos si algo sucede”.
“Mhm. Transmitiré el mensaje”.
Thea asintió.
James bostezó y dijo: “Ayer estuve enseñándote toda la noche y no dormí. Tengo un poco de sueño, así que
descansaré un rato. No me llames para cenar”.
Se alejó mientras hablaba.
Después, Thea continuó practicando.
Ahora, ella estaba en el tercer rango y era increíblemente fuerte e invencible a los ojos de una persona común, pero
contra las potencias del cuarto rango, ella era como un cordero débil esperando ser sacrificado.
Después de que Thea comenzó a practicar, Maxine caminó tranquilamente y se sentó cerca. Se comió las nueces y siguió
viendo la práctica de Thea.
Thea se sintió incómoda porque Maxine la miró fijamente toda la mañana y volvió a hacer lo mismo
. Dejó de practicar y se acercó a Maxine.