Capítulo 377 ‘¡Detente ahí, Dragón Negro!’ Willy presionó su arma contra Henry y disparó un tiro de advertencia. ‘Detente ahí o lo mataré’, dijo con frialdad.

James estaba a unos diez metros de Willy.

Se detuvo en seco. En ese momento, cientos de armas de fuego le apuntaron de inmediato,

‘Jajaja…’

Willy estalló en carcajadas. “¿Y qué si eres el Dragón Negro? Todavía perdiste para mí al final. James miró al Willy enmascarado y su rostro se oscureció. “Me he mostrado. Lo dejó ir.’ ‘Tú deseas. Este será tu lugar de descanso final”. James dijo desinteresadamente: “Ya renuncié a mi puesto. Él no lo ha hecho. Todavía es un general de las Llanuras del Sur. Matarlo solo provocará la ira de Sol. ¿Estás dispuesto a enfrentarte a la furia de Sol y millones del ejército del Dragón Negro? ‘Te lo aseguro. Si está muerto, el ejército del Dragón Negro saldrá del paso y pisoteará todos los pequeños estados vecinos. Se derramará sangre. No hay forma de que ni tú ni quienquiera que estés representando puedas soportar las consecuencias”. “Yo soy el que quieres. Lo dejó ir.’ James pronunció cada palabra deliberadamente.

Al escuchar esto, la expresión de Willy se volvió preocupada debajo de su máscara.

James tenía razón. Willy no se atrevió a actuar por su cuenta sin pedir aprobación. Con su arma todavía presionada contra la cabeza de Henry, sacó un teléfono y llamó a un número. Quería pedir más instrucciones al que orquestó todo esto.

James lo observó de cerca.

Henry estaba a las puertas de la muerte. Su cara estaba espantosamente pálida. Como un médico talentoso, pudo evaluar la condición de Henry con una sola mirada. El hombre resultó gravemente herido y moriría pronto si no recibiera una intervención médica urgente. “Maestro, el Dragón Negro se ha mostrado. Mis hombres lo matarán si les doy la orden, pero ¿qué debemos hacer con Henry…?

los hombres con máscaras

momento de que

Suavemente agitó su mano.

disparadas de sus manos

en el suelo. El inconsciente Willy todavía estaba al teléfono. En ese

arma. James corrió hacia adelante y pateó a Willy. El impacto envió a Willy volando a

a levantarse. Sin embargo, veintiocho combatientes lo rodearon y bloquearon su camino de retirada. “Henry…” James

no recuperó

todavía respiraba, había estado

‘¡Mátalo!’

rabia mientras

rodeado, lo miró y se rió,

reunidos aquí, y cada uno de ellos es reconocido

a los luchadores. Willy, hazte a un lado. Déjame el Dragón

¡ver!’

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