Capítulo 117

-La quiero -respondió Samuel con frialdad. Eso es suficiente.

-¡Creo que no te das cuenta de lo grave que fue tu error de entonces! -gritó Christopher furioso. La harás infeliz si sigues forzándola en contra de sus deseos.

-Lo tengo. Gracias por el recordatorio. -Samuel terminó la llamada y se marchó.

Christopher frunció el ceño. «¿Qué había entendido?>>

Christopher detuvo su coche frente a la casa de Kathleen antes de llamarla. Sin embargo, la llamada no llegó a buen puerto.

Mirando la hora, vio que ya eran las once de la noche.

«Probablemente esté dormida. Después de todo, ella es el chef principal ahora. La dejare dormir. ¡Debe estar agotada!

A Christopher le dolia el corazón.

En ese momento, una mujer se puso delante de su coche y llamó a la ventanilla.

Christopher bajó las ventanillas.

– ¿Astrid?

-¿Puedo entrar en el coche? -preguntó Astrid en voz baja.

Después de pensarlo, asintió.

Astrid se sentó al lado del asiento del conductor y dijo tras una breve pausa:

-¡Oh, no! Me olvide de que este es el asiento de tu prometida ahora.

Christopher dijo con mala cara:

-Está bien.

Encantada, Astrid cerró la puerta del coche.

-¿Qué quieres, Astrid? -exigió Christopher con disgusto-. No puedes seguir haciéndole las cosas difíciles a Kathleen.

-Lo siento. Me cuesta superarlo -se disculpó Astrid-. Solo quiero saber qué tipo de mujer te gusta.

-No me gusta alguien que es como tu rrespondió Christopher con frialdad-. Sólo estoy siendo educado contigo por cortesia hacia tu abuelo. Espero que hagas lo mejor para ti.

-Lo se. ¿Crees que puedo hacerle algo? – preguntó Astrid indignada-¡Mira lo que me ha hecho! ¿Por que no regañas a tu prometida y le pides que sea más amable conmigo?

en cómo te

Astrid dudo.

y que crees que le estoy poniendo las cosas dificiles a Kathleen a

quieres decir? -Christopher Frunció

El le insinuó a mi abuelo que debía volver y crear problemas –reveló

ordenó hacer

la oportunidad de intervenir. -Astrid suplicó-: Lo siento mucho, Christopher. Yo tampoco

Christopher dijo con desden:

una solución. Hablaré con tu abuelo y le diré que el Grupo Morris puede colaborar con él en su

tengo nada que temer si

Christopher dijo solemnemente:

me

y se dispuso a

– Levantó las manos y las colocó en el cuello de Christopher. Sonriendo, comentó-: Tu cuello esta

Christopher apartó sus manos.

-Lo ordenaré yo mismo.

avergonzada, Astrid

te cuida, no serás

respondió. Sólo entonces Astrid salió al fin del

el ceno. He subestimado lo vicioso que es Samuel. Se

y se dio la vuelta, una fría sonrisa

rendire. Kathleen es solo otra perra

¡Ella no merece a

día siguiente,

tomó la temperatura, se dio cuenta de

– Astrid llamo

-Entra-respondió ella,

empujó la puerta y

despertarte? Todos te están esperando. No

mucha fiebre, asi que no puedo bajar a cocinar -dijo Kathleen

puede ser! -Sorprendida, Astrid levantó la mano para

Kathleen lo esquivo.

-Gracias.

– Astrid asintió, se levantó y se

la cama y sacó de su equipaje un medicamento

con un poco de agua tibia. Aun asi, le dolía mucho la cabeza y se sentia muy

la cama y

de un rato,

-¿tienes fiebre, Kathleen?

en la

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