Esta Vez, ¡No Perderé!

Capítulo 59

Beatriz despertó a las tres de la madrugada, helada hasta los huesos.

No habla más opción, la casa del poderoso Javier era tan rica que en verano parecia un congelador.

Quads era porque Javier, por naturaleza, preferia el frio al calor solo podia sobrevivir en un ambiente helada.

Beatriz se abrazó a si misma, tritando. Noto que levaba puesto el abrigo de Javier.

La ropa del hombre era toda hecha a medida, extremadamente detallada y de tela muy cara.

Todavia llevaba el sutil aroma de su colonia masculina, un olor muy agradable y maduro, justo como la impresión general que Javier le daba

Beatriz sabia sin tener que pensar mucho, que seguramente Javier en un raro acto de generosidad y temiendo que ella muriera de trio, le habia puesto su abrigo encima.

Pero un solo abrigo no era suficiente para combatir el frio.

Envuelta en su abrigo, Beatriz subió las escaleras, sonámbula, abrió la puerta de su habitación y se lanzó de nuevo a la cama, cayendo en un profundo sueño

se levanto

y a pesar de la hora,

era ligera; de lo contrario, se habria sorprendido al encontrar a una mujer en su cama al amanecer y tal vez

estaba a su lado, viéndola dormirtan profundamente,

la familia Mangone, cuando compartieron habitación, fue la noche más temprana que Javier

su mirada

Por la mañana.

completamente la luz solar y gracias

en su

еврега.

¿Manta negra?

que las mantas de su

efectivamente, era una funda de manta negra, de

los muebles de la habitación, un

demasiado cerca de la de Javier; reflexionando con retraso, se dio cuenta de que en su confusión

no había dormido

de su

mitad de la noche, podria despedirse de su salano de

y vestirse, Beatriz bajó pensando

sorpresa, encontró a Javier preparando