Capítulo 76

Bueno, entonces, eso también se convirtió en una forma de ostentación.

Ela decidió que no podia compartir el mismo cielo con ese grupo de ricos.

Javier preguntó: “¿Por qué comprar una caso?”

Beatriz, con un aire de agravio, die “Parque necesito mudarme. En tu casa, no puedo hacer ningún ruido en medio de la noche. Si hago el minimo sonido, tengo que actuar como un gato que acompaña a dormir.”

Después de esa noche, incluso si Beatriz bajaba a tomar agus a medianoche, Javier la atraparia y bajo el pretexto de violar el contrato por hacer ruido, la multaria con dos millones Sino queria ser multada, tendría que actuar como un gato que acompaña a dormir

En efecto, finalmente Beatriz logró sacar la verdad de los labios más duros que el acero de Gabriel, el mayordomo,

Como la mayona de los despiadados magnates, el Sr. Mangone sufría de ciertas peculiaridades.

Algunos magnates sufren de dolor de estomago.

Otros tienen enfermedades incurables que solo la protagonista femenina poda curar

Yalgunos tenian insomnie

justamente sufria

otras peculiaridades además del insomnio, aún estaba

al lado de Sr. Mangone,

ha dado

se quedó desconcertada y luego dijo. “Pensé que mi estancia era

de matrimonio, para evitar sospechas sobre nuestro

se dio cuenta de un

“transporto” a esa historia hasta

Javier hablaba, mencionaba el contrato de

tenia idea de si el contrato

Mangone, ¿podrías enviarme el contrato

perdió, puedo modificar

en la caja

Tres minutos después.

a Gabriel, el incondicional mayordomo, preguntándole

sabia que, aparte del acuerdo matrimonial entre Beatriz y Javier, no había

parecía que la señora no recordaba el

Sr. Mangone era un magnate de un imperio

sabido, los

con un salario de millones, Gabriel

mayordomo,

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