Capítulo 176

La expresión de Beatriz se enfrió de inmediato. Sabia que Camila podía ser cruel, pero no imaginaba que fuera tan despiadada. Desde pequeño, Javier no habla tenido padres, y aunque Beatriz no sabía por qué no tenía contacto con la familia de su madre, estaba segura de que había una razón. Que Camila atacara a Javier por no tener familiares cercanos em simplemente despiadado.

Antes de que Javier pudiera responder, Beatriz habló: “Abuela, lo que dijiste no está bien. Javier es tan excelente que hay más personas que realmente lo aman de lo que imaginas. Mi familla y yo lo tratamos como a uno más de nosotros, y hoy irá a mi casa a celebrar el Año Nuevo. Con una esposa tan buena y cariñosa como yo, será muy feliz.”

Camila se quedó sorprendida, y Javier sonrió, pero no era una sonrisa genuina: “Entonces, nos vamos.”

Una vez en el coche, Beatriz suspiró aliviada. Javier comentó con indiferencia: “¿Una esposa buena y cariñosa como

tú?

Beatriz: “…”

Ni era tan buena, ni tan

culpable: “Es que no soporto

el corazón de Beatriz, Javier era como un principe que había sido humillado durante su infancia y juventud. Aunque ahora habia logrado superarlo,

una visita ese día. No solo a

Victoria, y cuando tenía hambre, la madre de Martin siempre la ayudaba. Durante las festividades, Beatriz definitivamente quería

mal vista en la familia Marchena, donde todos querían aprovecharse de ella, empatizaba profundamente con las experiencias de Javier en la familia Mangone. La familia Marchena había ido de

en la casa de Martin, todo era bullicio y alegria. La mamá de Martin, Alana Jaso, habia preparado una gran cantidad de platos para recibir a sus amigos. Lo incómodo era que, además de Martin y

los tamales que había preparado con sus propias manos. Mauricio solia jugar con ellos y a menudo venia a comer lo que Alana cocinaba. Por alguna razón, ese día recordó con nostalgia aquellos tiempos y decidió visitar sin

aún recordaba el antiguo amor no correspondido de Beatriz por Mauricio, pero ahora Beatriz estaba casada. No pudo evitar preguntar: “Bea, ¿y tu esposo

estos dias, hoy

Beatriz. Antes, la mirada de Beatriz siempre se detenia en él. Ahora, la manera en que Beatriz lo miraba parecia no diferenciarse de cómo miraba a los demás. Mauricio no entendía qué había cambiado en Beatriz. Siempre había sido

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