Esta Vez, ¡No Perderé!

Capítulo 183

Beatriz se bañó, se puso el pijama y, después de secarse el cabello, se acostó en la cama con una mascarilla facial mientras leia una novela.

Cuando Javier entró, lo primero que vio fue la mascarilla dorada cubriendo el rostro de Beatriz, pareciendo una máscara.

Beatriz valoraba mucho sus mascarillas y nunca permitia que nadie las tocara. Después de todo, una mascarilla personalizada que costaba cuarenta mil dólares era más preciosa para ella que su propia vida.

Javier no le prestó atención y se dirigió al estudio para atender algunos asuntos. Después de revisar unos contratos, miró la hora y ya eran las once y media.

Normalmente, Javier nunca se acostaría tan temprano. Pero con una pastilla para dormir en la cama, eso era diferente, Para entonces, Beatriz ya se había quitado la mascarilla y dormia profundamente, luciendo pura y radiante como una delicada belleza esculpida en jade, tan tierna que parecía que se podía exprimir agua de sus mejillas. En ese momento, se parecía mucho a la imagen de una princesa deslumbrante de las peliculas, simplemente durmiendo tranquila sobre la almohada, bella hasta conmover el corazón.

la mano, tocando los frágiles hombros de Beatriz. A veces no podia controlar su deseo de posesión. Pero también confundia fácilmente

todo a su alrededor. La lucidez y la educación que había recibido le recordaban que no debería actuar asi.

retiró su mano.

si estaba teniendo otra de sus crisis, pero aún así era consciente de

borde de la cama. Se

Beatriz se dio cuenta de que había ocupado el centro de la cama. Uh–oh, Había tomado el

sonrió: “¿Sabes que a veces tengo cambios de humor

asintió: “Sí,

que algún día pueda

cruel le ofrecía pocas opciones. Prefería quedarse al lado

todo el dinero que tienes, ¿podrías hacerme un ataúd de oro puro? Quizás asi podria reencarnar en una mujer

idea interesante: