Capítulo 275

Javier, con una voz baja y una sonrisa, preguntó: “¿Tengo algún problema oculto?”

Beatriz se sentia mareada; su palma se calentaba por el contacto,

Mmm…

Todo estaba bien.

El jefe era impresionante, en todos los aspectos,

Pero esto realmente la sorprendia.

Beatriz vaciló un momento: “¿Te ayudo?”

Javier tomó la mano de Beatriz: “Nunca dejo que nadie me toque.”

La mirada de Beatriz estaba confundida: “Pero ya te toqué.”

¿Qué más podía hacer? ¿Cortarle la mano?

Javier mordisqueó su cuello: “Si te atreves a huir, te aseguro que…

Te encerraré para siempre.

jaula que solo a

Beatriz comenzó a arrepentirse.

Javier parecía educado y guapo, definitivamente no era del tipo brusco; la mayoría de las veces era un

Sin embargo…

ciertos aspectos, era totalmente

noche que Javier dejó a Beatriz en paz. Sacó toallitas húmedas de la bolsa de Beatriz y limpió cuidadosamente

manos de Beatriz eran hermosas, suaves como la seda, pálidas y delicadas; un placer al tacto, tan tiernas

tal vez el cansancio, Beatriz, en su sueño, intentó instintivamente esconder sus manos. Javier forzó sus muñecas, y después de limpiarlas, la llevó al

regresar.

San Lisset, ya

durmió hasta la

manos, como si Javier las hubiera maltratado. Se sentó en

Se equivocó.

que

imponente del libro, era imposible

para ducharse y

Temia encontrarse con Javier.

estado afuera, y Javier no había hecho nada, pero

tenía hambre y quería ver si había algo bueno para comer en la cocina. Mirando a su alrededor,

Beatriz se volted.

con una sonrisa ambigua:

confundida: “¿Cambiar a

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