Capítulo 280

Roque también solla tener esos sueños, pero Rivero lo sacó de ellos con una patada: “Antes de soñar con conquistar a una estrella, ¿has pensado si puedes competir con los poderosos que la respaldan?”

Roque resopló con desdén: “¿Quién no me conoce en San Lisset como el Sr. Gutiérrez? Incluso si ella tiene conexiones, tendrán que ceder ante mi.”

Rivero lo miró como si fuera un tonto y le recordó todas las campañas publicitarias de Beatriz de principio a fin: “¿Estás seguro de que puedes ofrecerle a esa estrella todos esos recursos?”

Roque soltó un “Carajo“.

Todo lo demás todavia se podría manejar, pero el patrocinio de esos autos de carrera de primera linea definitivamente estaba fuera de su alcance.

“¿El benefactor de mi diosa no será de la generación de nuestro viejo, verdad?”

Roque se sintió algo estúpido: “Mejor me compro un auto de carrera para apoyarla y disfruto de sus fotos en las redes. No está mal,”

un huevo. Si realmente era alguien de la generación de su padre quien la respaldaba, ni siquiera se

palmada en el hombro: “Mejor mantén la distancia

a casa, Beatriz todavia estaba frente al escritorio viendo un tedioso documental. Contenía algunas imágenes borrosas de la difunta señora Micaela, escenas mudas que resultaban bastante aburridas. Beatriz intentaba captar a través de estas imágenes los gestos y expresiones más

los hombros, se levantó y estiró los brazos, y

a, sus piernas lucian

de la camisa, que

él sostenía una

“Es para ti.”

Curiosa, Beatriz la abrió.

de diamantes intercalados con pétalos de zafiro

tul con flores blancas de Chanel, con los hombros

el collar alrededor del

Le quedaba bien.

tomó la barbilla de Beatriz, deslizando sus dedos

una ira sutil se asomaba

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