Capítulo 295

Marisa se tocó la barbilla y dijo: “De ahora en adelante, vistete asi en casa. No creo que él pueda resistirse a tener a una belleza frente a él todos los días sin sentir nada. Además, sedúcelo activamente, enviale fotos y haz que vea lo bien que te ves hoy.”

Ya hablan intentado actuar con sutileza y calma, pero eso no habla funcionado, asi que ahora no quedaba más remedio que optar por algo más audaz y atrevido.

“Si después de todo esto sigue sin mostrar interés,” Marisa tomó aire profundamente, “entonces debemos admitir que este hombre es inquebrantable e Inalcanzable. En ese caso, es mejor buscar a alguien más Hay muchos peces en el mar.”

Beatriz reconoció que Marisa ténia buen gusto.

Hacia tiempo que no vestía prendas tan atrevidas, y después de que Marisa se fue, revisó una por una las opciones.

Después de todo, lo único que puede realmente distraer a una mujer de las penas del amor son la ropa y la

comida.

para

el armario, pero antes de que pudiera probarse las pijamas, alguien tocó la puerta. Pensando que Marisa había vuelto para decir algo

abajo antes de entrar, empujándola ligeramente por

era un amplio espacio de 200 metros cuadrados. Javier, con

confundida: “Sr. Mangone,

ningún hombre escondido en su habitación,

por negocios, Beatriz sabia

supo Sr. Mangone que esta

era el hotel más lujoso de la zona, cobrándole

que este hotel

Beatriz:

el que el

próxima vez que me hospede aquí, podrian eximirme

sueñes. Haré que el gerente te cobre el doble,” Javier golpeó su frente suavemente, “Ah, y escuché

se mostró curiosa:

murió en un incidente

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