Batalla ganada. 

Todo lo malo de estumo cuando vi las primeras imágenes de mi bebé, la verdad es que no se distinguia nada, aún era muy diminuto 

como una semilla, pues apenas tenia cuatro semanas de gestación, pero la emoción de saber que estaba creciendo en mi vientre, que 

tenia vida dentro de mi, nadie me la iba a quitar, ni porque inventen mil rumores en linea. 

Ese es mi hijo, 

– Estoy cien por ciento segura que será una niña y será igual de hermosa que la tia Abby. -mi amiga daba sallitos sin ocultar la emoción en sus ojos. 

Ella, al igual que mis padres, no se perdieron ni lo más minimo en mi primer chequeo, mi madre derramo algunas lágrimas mientras 

me tomada de la mano y mi padre, aunque estaba con su expresión neutra, sabia que también queria derramiar una lágrima de felicidad. 

A pesar de haber compartido ese momento tan único con las personas que más quiero en el mundo, me hubiese gustado ver la expresión de Alexander al ver a su primogenito, pero esfume aquella idea de mi cabeza tan rápido como llegó. 

Nunca vería su expresión, porque nunca sabrá de la existencia de mi hijo. 

– Por supuesto que no, será un niño, el consentido de la casa, como sea, no importa, será un Doinel. -mi madre le siguió la corriente a mi amiga y mi padre soltó un suspiro cansado, antes de soltar a mi madre quien comenzó a discutir sobre el sexo de mi bebe, y llegó a mi lado, enrollando su brazo con el mio. 

– Hija, no queria comentar esto delante de tu madre, pero, he visto las noticias con tu nombre en los titulares, ¿estás bien? ¿Quieres que me encargue de esto-miré a mi padre con una sonrisa que no me llegaba a los ojos, si bien esas noticias me pusieron de malhumor, ya me habia encargado de desmentir todo y limpiar mi nombre. 

– No, papá, ya me he encargado yo misma, puedo resolverlo. Los Lancaster están equivocados si creen que se meteran conmigo y me quedare sin tomar represalias. – mi padre no parecia muy seguro de mirespuesta, sin embargo, asintió con su cabeza. 

– Sabes que tienes mi respaldo y et de la empresa, no creas que te dejaremos sola, eres lo más importante en mi vida. –sonrei 

genuinamente y pasé uno de mis brazos por su cintura en un intento de abrazo mientras caminábamos al estacionamiento. 

– Gracias, papá, no sé que seria de mi sin tu apoyo. 

– Eres mi pequena Sari, nunca te dejaria sola. Ahora, vamos para que ocupes el lugar que siempre ha estado esperando por li. -dijo pasando su brazo por mis hombros y dejó un beso en mi cabeza. Supe que se referia al cargo de vicepresidente de Doinel, no me sentia del todo preparada, pero, al fin y al cabo, habia estudiado para eso, solo que me desvie un poco en el camino y ahora todo volvia a su curso. Esta noche tendremos invitados especiales. – soltó aquello cuando llegamos al auto, dónde nos esperaba el choler con la puerta 

abierta. 

curiosa y mi padre solto una

que nos están esperando. -no quede satisfecha con su respuesta, pero no proteste porque se muy

empresa, me tomé el atrevimiento de revisar las

nota de Damien salió a la luz, solo unos cuantos seguian departe de la familia Lancaster, alegando que Sarah Petit no tenia estalus, que es una excavadora de oro que solo estaba con el mcjor

la pantalla y solté un suspiro.

totalidad lo cual me sorprendió de sobremanera, no esperaba que se rindiera tan pronto, es más, por un momento pensé que haria este escándalo aún

nos grande 

pues Damien me envió

esta guerra, qwere derribar mı nola,

y la initada de mis padres se posaron en mi automáucamente, Abby, tenia una

movimiento en mi celular y leyó el

bien, Sarah? – pregunto mi madre al

frente y aunque mi madre no se veia

en lo suyo. 

susurro para que solo yo la escuchara y no dije

de comunicación. No me interesa lo que

al clavar mi vista en el camino, el cielo estaba despejado y

fan numero uno. – dijo Abby a mi lado conteniéndose de celebrar como ella acostumbra, no queria hacer tal escena frente a mis padres y menos teniendo a mi madre

primera vez a mi nieto. -mi madre emocionada me quitó la ecografia que tenia en mis manos

de un mensaje. La

orden de publicar las fotos y sacarlas de contexto. El Sr. Alexander Lancaster le ha pedido que se disculpe publicamente,

una mujer que no tuviera los medios para defenderse, entonces si se consideraria la guerra y algo dentro de mi, me decia que la Sra. Lancaster no

sin embargo, se cubrió la boca con sus manos al darse cuenta que mis padres nos miraban de nuevo esperando que les dijera lo que estaba pasando por este lado y

de mi casa. – reprimi una risa burlona que amenazaba con escaparse, es que acaso no se pudo inventar algo más convincente. Lo siento, pueden

nada bien, ese imbécil, poco hombre, está usando a su madre para

a Amelia, es capaz de inventar cualquier chisme en

un santo, como la blanca paloma que no es, lo que no se esperaba es que el tiro le saliera por la culata y yo respondiera a las calumnias, dejando

insignificante Sarah Petit, 

la respuesta a Damien

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