Incómodo momento.
Guardé silencio por unos segundos y miceño se frunció casi en automático, miré a Vincent, quien ya
me estaba mirando con curiosidad.
La conversación con Vincent llegó a micabeza y un escalofrio recorrió mi cuerpo.
-¿Cómo ha conseguido mi número? – pregunté después de un largo silencio dónde solo se
escuchaba mi respiración.
– Es lo de menos. Llamo para invitarla a almorzar, quisiera conversar con usted. -pude notar que
aún se le dificultaba hablar con claridad, sin embargo podía entender a la perfección.
Medite por un momento si era buena idea aceptar su invitación, y aunque tengo muchas dudas que quisiera aclarar, no teniamos nada de que hablar más que de mi identidad, pero él me dio su palabra que
no diria absolutamente nada a nadie.
Después de sospechar que me equivoqué de Alex hace trece años, preferia mantenerme aún más alejada.
– No creo que sea posible, tengo muchas cosas por hacer. Tal vez acepte su invitación en otra oportunidad Sr. Lancaster. -cuando mencione su apellido, Vincent me hizo una seña para que me. retractara. -Espere un momento.
Alejé el celular de mi oreja y lo cubri con una mano para atender lo que queria decirme Vincent, sin
que Alexis pudiera escuchar.
-¿Es Alexis? -preguntó en un susurro y asentí con mi cabeza en respuesta. -¿No quieres salir de dudas? Deberías hablar con él. -lo miré confundida e incrédula.
El era uno de los que prefiere que mantenga mi distancia con los Lancaster y estaba sugiriendo que debia hablar con uno de ellos.
-No quiero saber nada del tema, ¿qué deberíamos hablar? Si fue en realidad él, no hay nada que pueda hacer, solo fue un encuentro casual. –Vincent enarcó una de sus gruesas cejas, como si supiera que por dentro tenía preguntas que solo Alexis o Alexander podía responder.
– ¿No te da curiosidad cómo es que se acuerda de ti después de estar tanto tiempo al borde de la muerte? – aquella pregunta alboroto todas las preguntas que rondaban por mi cabeza.
Aparté la mirada de Vincent y volví a la llamada con Alexis. – Perdón por la espera, ca qué hora y en donde seria?
Senti una presión en ml pecho y un mal sabor de boca, al volver a pisar la casa en la que vivi dos años con Alexander. El recuerdo de la última vez que estuve en este lugar me embargó por completo y tuve que tomar grandes bocanadas de aire para esfumar la incomoda sensación.
Por qué tuve que hacerle caso a Vincent?
Alexis no podia salir de casa por su recuperación, por lo que me invitó a la casa de Alexander donde está siendo cuidado y evaluado por un equipo médico. Aunque me negué a siquiera poner un pie en la casa, me repeti una y otra vez que no tenia porque afectarme y menos cuando Alexis me recalcó que Alexander no estaria en casa en toda la tarde, tal vez se dio cuenta de mi incomodidad.
estaba aqui, fue inevitable recordar el tiempo que fui esposa de
vez y entre a la sala cuando Anna, la empleada de la casa, me recibió, su sorpresa fue grande al
Alexis estará aqui en un momento, con permiso. -dijo Anna antes de
adornos, aún asi, lucia igual que antes, que no habia ni una
aqui. -Alexis apareció en su silla de ruedas y aunque el la manejaba con el control, un par de enfermeras lo
cruzaron con los mios y entonces, recorde la mirada de aquel chico con el que tropecé, quien me miraba con precaución
del sofá para extender mimano hacia él.
con la suya, cuando estuve por bajarla, su mano tomó la mia
me estaba guardando, aunque si no me cobraba el favor, seria mucho mejor para mi. Solte su
que ayudó a los avances de la recuperación de Alexis. Un gusto conocerla, soy Viviana, ella es Ofelia.-La voz de una de las enfermeras llamó mi atención y no pude evitar mirarlas
vi una sola vez, no hay manera de que
Mucho gusto, soy Sarah Petit. Creo que hay un malentendido, yo no he ayudado al Sr. Lancaster. – aclare la situación antes
déjenos solos. Las llamaré si las necesito, gracias. -Alexis intervino antes de que las enfermeras soltaran otra palabra y ellas obedecieron de inmediato, dejándome a solas con Alexis.
a sentarme y detuvo su silla a un costado del sofá individual quedando frente a mi con la mesa de centro en medio de ambos. -Sr, Lancaster, no sé que tenga que hablar conmigo, pero sies
ini apellido, quiera que sepa
quiero hablarle, me he enterado de
actos y harán lo que les salga del corazón, pero yo me siento, de alguna manera, avergonzado por la manera en la que ha sido tratada por una familia que se jacta de buenos modales, de clase y poder. Si yo no hubiese tenido ese accidente que me dejó de esta manera, créame que la educación de Gina hubiese sido diferente y de mi madre me encargaria de alguna
otro mundo, él no parecia un Lancaster más, estuvo años ausente
fue impedimento para ahora mostrarse más serio y maduro que todos los Lancaster juntos,
ocurrido de otra manera, el hubiese sido la cabeza de la familia después de la muerte
veia fragil, lucia imponente y respetable. Si se lo propone, puede hacer temblar al que sea, el claro ejemplo de anoche cuando reprendió a Gina
y quiero darle vuelta a la página, no quiero saber nada de ellos, si estoy aqui es por temas de trabajo, pero pronto volveré a Paris y todo seguirá como estuvo desde que me divorcie. -si todo fuera tan simple como decirlo,
Alexander
apagó por un segundo y se quedó en completo silencio como si estuviera analizando algo, no podia
una pregunta. -dijo al fin, después de unos
casada
removi incómoda en el sola, no queria hablar del pasado y menos si tenia que ver
que me llevó a reconocerlo en la
mi rodilla con la punta de mis dedos. –Yo también te quiero hxer una pregunta, cómo sabe quién soy? – pregunté con la
labios se curvaron en una débil sonrisa que no sabia como descifrar, pero que me hizo sentir nerviosa y ansiosa por saber lo que pasaba por su
de lo que estaba hablando. Enarque una cela esperando que el me lo dijera todo. – sigur huyendo de su escolta? – preguntó
cabeza.
posible que siga dudando después de
una risa sin gracia bajo su mirada
fue usted con quien me tropecé esa noche. -respondi sin rodeos, sintiendome como una completa estúpida por confundirlo con su gemelo.
aumentar mis nervios. -Pensó que era Alexander, estoy en lo cierto? -preguntó con cierto tono
me recuerda?-pregunté curiosa, viendo su rostro más cerca. Una auténtica sonrisa apareció en su rostro.
momento en que tropezó conmigo, no pude sacarla de mi mente, su nombre sonaba en mi cabeza, sabia que era la hija de Leonardo Doinel, esa de la que todos hablaban, pero que nadie sabia de su paradero, lo supe porque la busque por sus r*************, intentando dar con usted, pero me hicieron subir a ese auto y cuando desperté senti que habia pasado solo una noche, el recuerdo de su rostro,
y entendia que no queria que nadie en la casa lo escuchara contando algo que solo él
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In Chapter 40 of the Heredera divorciada Novela de Juliany Linares series,Sarah petit and Alexander Lancaster were married after many years, but Alexander's indifference tired her. Alexander is a great businessman but he is indifferent to people. Now the two are divorced and the thing Sarah is worried about is the baby in her belly,....... Follow Chapter 40 and the latest episodes of this series at Novelxo.com.
Heredera divorciada Novela de Juliany Linares NOVEL Chapter 40
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