Los Lafeybre. 

Los tres hombres se levantaron del sofá al verme y no dudaron un segundo en acercarse a abrazarme con una enorme sonrisa que 

les correspondi gustosa. 

Bastian, Hugo y Vincent, mis tres primos, hijos de la media hermana de mi padre, tenia lantos años sin verlos, que estar en este 

momento abrazada a ellos era el mejor regalo para mi, Creci junto a ellos como si fueran mis hermanos mayores y me emocionaba ver 

que ahora son unos hombres hechos y derechos. 

– Sari, mi princesita, te echamos tanto de menos. -dijo Vincent, el mayor de los tres mosqueteros como solia decirle. 

Fue al primero al que le eché un vistazo, su cabello castaño oscuro lucia un corte moderno, el largo en la parte superior estaba muy 

bien peinada hacia atrás. Sus largas y espesas pestañas hacian un buen contraste con sus ojos verdes heredados de su padre y el traje 

hecho a su medida lo hacia ver más apuesto de lo que ya es. 

Era el único que vestia elegante, pues Bastián, el segundo hermano, vestia una camisa de lino color plomo y un pantalón blanco, luciendo fresco, como si estuviese en la playa, era el único que heredo los ojos avellanas de mi tia. 

Y Hugo, como siempre con su aspecto de chico mialo a pesar del tiempo, usaba una chaqueta de cuero, con vaqueros negros y una camisa blanca con cuello en v. Parecia una versión más joven de su hermano Vincent y más rebelde por supuesto. 

Los habia extrañado tanto como ellos a mi. 

– Mira como has crecido, te has vuelto toda una empresaria, digna de la familia Doinel. -dijo Bastian revolviendo mi cabello como lo hacia cuando éramos unos niños y le lancé una mala mirada porque sabe que detesto que lo haga. 

– Por supuesto, siempre quise seguir los pasos de mi padre, aunque me desvié un poco del camino. hice una pequena broma con mi desgracia y los tres soltaron una risa al entender a lo que me referia. 

vuelta, la familia extrañaba a la princesita de la casa, no te vuelvas

y tierra. –por el tono tan serio de Hugo, no dudaba ni un poco que cumpliera con su juramento en caso de que

eso no iba a

tropezar dos veces con la misma piedra.

pedi uno, pero gracias por enviarme tres, mi corazón es muy grande y caben todos. -Abby se unió al abrazo familiar sin dejar de mirar a mis primos

reales. 

padres sonaron al únisono y no pude evitar soltar

mosqueteros. 

recién regañado y no le quedó otra opción que separarse de los

hermanos Lelebvre Doinel. 

tu amiga la revoltosa de siempre. -dijo Hugo con una sonrisa divertida viendo a la mujer lo

unos años y cuando vuelven no reconocen a nadie. -Abby

Paul. Britney, tanto tiempo sin verlos. – Hugo saludo a mis dos invitados que apenas entraban por

¡No lo creo? Los Lelebvre. Hasta que se dignaron a aparecer. – Brit saludo a cada uno con un discreto abrazo

expresión, sabia que pensaba lo mismo que Abby, solo que esta última penso en voz alta y sin

lefebvre, que sorpresa tenerlos de vuelta. -Paullos saludo estrechando su mano con la de cada uno,

que se

-Abby se cruzó de brazos como una niña mimada y no pude dejar

y ella to miró con recelo. — Aproverliando que estamos todos presentes, pasemos al comedor, excepto Sarah, Paul y Vincent,

du-ww to 

Sra. Joelle, vente este canada con

UNIO 

comidor. 

sin ofender Paul. – dijo Vincent mientras seguiamos a

de mi hermana, como saben, nadie la puede controlar. – Paule nolaba avergonzado y mi padre solto una risa sin detener su paso.

hermana tiene razón, ella es el alma de la fiesta,

y como siempre lo dije, mi padre adora a Abby. pero tiene que mostrarse serio

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