Ya no soy su esposa.
El chófer se detuvo en el aeropuerto privado donde esperaba el Jet privado de mi padre, listo para llevarnos de nuevo a Paris, mi
hogar.
Abby, Maga, Tristán y yo, fuimos los últimos en llegar, pues mi amiga quiso ir por el camino más largo para darle un último vistazo a
las calles de New York, pues era incierto cuando volveria a visitar la ciudad, ya que al volver, estariamos sumamente ocupados en el
proyecto de colaboración.
Maga, quien estaba en el asiento de copiloto, fue la primera en bajar de la camioneta y tomó las cosas de Tristán antes de alejarse.
Abby y yo tardamos en bajar, pues mi amiga se estaba retocando el maquillaje y me pidió que la esperara, mientras hablaba sin cesar
sobre lo frio e indiferente que es Vincent con ella, desde que ella se atrevió a besarlo, él no volvió a dirigirle la palabra, a menos que fuera
para temas relevantes, lo cual se resumia a un par de ocasiones en el que le preguntó sobre algunos documentos de la empresa.
Tu dime, eres su prima, lo conoces mejor, ¿por qué me rechaza? Acaso no le gusto, ¿soy tan horrible para él? Digame Tony, ¿soy
horrible? -Abby le preguntó directamente al chofer sobre su apariencia y el hombre de mediana edad la miró por el retrovisor ocultando
una sonrisa divertida, este negó con su cabeza.
-Por supuesto que no Srta. Dubois, es usted muy guapa, cualquiera pondria los ojos en usted. -Tony le dio unas palabras de
aliento a Abby, pero eso no fue suficiente para ella, su mala expresión seguia opacando aquel rostro alegre de siempre.
-Cualquiera menos el ogro Lefevbre. En fin, gracias por tu sinceridad, Tony, espero verte de nuevo en un futuro. -Abby se despidió
del chófer y salió del auto después de recuperar su habitual sonrisa.
Por mi parte, me despedi y le agradeci por sus servicios, bajé junto a Tristán y caminé tomando su pequeña mano para que caminara
conmigo.
No vi a nadie más que a Paul y Vincent afuera del jet, por lo que supuse que el resto ya estaban en sus asientos.
Ambos hombres tenian el rostro hosco y al parecer no se dirigieron la palabra, el ambiente estaba tan tenso y sabia que era porque
Vincent estaba queriendo enfrentar a Paul, pero no podia hacer nada, lo mejor era quedarse callado y evitando la más minimal
comunicación con él.
Abby llegó primero hasta ellos y luego de saludar a Paul e ignorar épicamente a Vincent, subió al avión como si se tratase de una
al igual que la rabia que estaba sintiendo en este momento por todo
de mi como si no hubiese hecho algo tan
que él pensaba y lo saludé después de que le regaló una sonrisa
en sus brazos.
Paul.
–
-le pregunté a Vincent, quien se acercó a mi de manera protectora después
de hecho adentro están… -Paul fue quien respondió por Vincent y lo interrumpi antes de que
me sentia fastidiada con solo
Entremos. -tomé el pequeño cuerpo de Tristán para quitarlo de sus brazos, no era cómodo para mi
un minuto, mucho menos que entrara al avión con él,
al cuello de
voy con Papaul.-la voz infantil de mi hijo me dejó helada, ya no me parecia tierno
llamara de esa manera.
Vincent extendió su mano
un ojo como para que guardara la calma, lo que me pareció imposible, pero Paul subió
te ha olvidado con quién está mi hijo?-le dije entre molesta y preocupada, Vincent parecia tan imperturbable, incluso una sonrisa de medio lado adorno
no tendrá oportunidad de hacerle algún daño a Tristán en el Jet, y segundo, quiero comprobar con mis propios ojos, qué tanto influye la paternidad y si es digno de estar en el mismo
en ese momento. No entendia a qué se refería con lo de la paternidad. ¿Acaso cree que voy a dejar que Paul haga un papel
hizo avanzar, sin darme oportunidad
es el padre de mi hijo, cómo crees que va a influir una paternidad que no existe ni existirà. Ni en sus sueños. No permitiré que mi hijo se quedé en sus brazos ni un segundo más y… -no dejé de quejarme ni un segundo mientras subia al Jet, pero mis palabras quedaron en el aire, sin creer lo
sentido a las palabras de Vincent y entendi porque permitió que Paul se llevara a mi hijo como si no fuera un problema, como
mis piernas flaqueaban al ver un par de ojos color miel que miraban con desprecio y rabia a Paul. Miré a mi primo sobre mi hombro, queria saber si él estaba viendo lo mismo que yo o si el dolor persistente de cabeza me estaba haciendo alucinar, pero su
con Tristán? -Paul preguntó a mitad de camino, dónde se habia detenido gracias a que el robusto cuerpo con traje costoso e impecable estaba impidiendo que diera una paso
han presentado antes. Soy el padre de Tristán, ahora suéltalo. -su voz gélida me causó un escalofrio que me recorrió de pie
podria sentirse realmente intimidado, como si fuera una sentencia de muerte, sin embargo, Paul permaneció impasible, como si no le importara en lo absoluto que Alexander estuviera frente a él, demostrando su lado de padre sobreprotector, y sin importarle que todos estaban
hacia Alexander Lancaster
-la tierna voz de Tristán fue lo único que pudo disminuir solo un poco
formado.
se daba cuenta del enfrentamiento de ambos hombres y mucho menos fue consciente de lo mal que Alexander tomó la manera en la que llamaba a Paul, aunque era el modo en el que Tristán se acostumbró a llamarlo
Paul y luego de tocar su hombro, le hice una seña para que me diera a mi hijo, lo que menos queria era que presenciara tan bochornosa escena en
hace falta que te molestes en llevar a Tristán. -le dije en voz baja cuando lo tuve en mis brazos y Paul ocultó su sorpresa por
No quiero ocasionar problemas, estaré en mi asiento por si necesitas algo. -Paul habló como si hace un momento no hubiese tomado adrede a Tristán
mi cabeza y se sentó en los primeros asientos, lejos de todos, dejando
ambiente tenso.
sus ojos miel tenian cierto brillo, pero podia notar que seguía alterado al ver a Paul con nuestro hijo, detrás de él estaban mis padres, Abby, Jack, Maga e incluso Cristina, la
hablar, pero interrumpi cualquier cosa que estaba por
su pequeño cuerpo hacia Alexander y este to recibió con gusto, antes de corresponder el
lo oculté tras mi
dias, Sarah. Lamento lo
pedido a ambos representantes de marca que vinieran con nosotros, son nuestros invitados.
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In Chapter 63 of the Heredera divorciada Novela de Juliany Linares series,Sarah petit and Alexander Lancaster were married after many years, but Alexander's indifference tired her. Alexander is a great businessman but he is indifferent to people. Now the two are divorced and the thing Sarah is worried about is the baby in her belly,....... Follow Chapter 63 and the latest episodes of this series at Novelxo.com.
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