Mi amor.
Mis fosas nasales fueron inundadas por el exquisito y costoso perfume de Alexander, su respiración chocaba con mi cabello, mientras
sus manos acariciaban ligeramente mi espalda, por un instante senti tranquilidad al mismo tiempo que mis piernas perdian la
fuerza.
No pude soportar un segundo más el cálido contacto de su cuerpo con el mio y me separé como si de pronto quemase, a pesar de
que hice un buen intento para liberarme de sus brazos, sus manos se aferraron a mi cintura y subi la vista para mirarlo y descubrir lo que
pasaba por su mente en este momento, pero su suave mirada era indescifrable, no podia adivinar lo que estaba pensando.
Abri mi boca para hablar, pero las palabras se quedaron en el aire cuando él habló primero.
claros.
¿A qué se debe este cambio tan repentino? preguntó en voz baja, sus ojos me miraban con un brillo que lo hacian lucir aún más
Si te ha desagradado, puedes soltarme. solte aquello, esperando que fuera una buena excusa para que me dejara libre, sin
necesidad de apartarme con brusquedad y que Paul se diera cuenta que todo era fingido.
¿Por qué crees que aún no te suelto? No te das una idea de cuánto necesitaba un abrazo de tu parte, tus brazos se convirtieron en
mi lugar favorito. cuando aquellas palabras salieron de su boca, me quede un palabras, aunque por dentro, lo felicitaba por lo cínico
que está siendo, entonces, un carraspeo se escuchó en la oficina y fue xcusa perfecta para apartarme de sus brazos y fingir
descaradamente que no había pasado nada.
Buenos dias, Sarah, te estaba buscando.
dijo Paul, entrando por la puerta, mientras miraba a Alexander con el odio reflejado en
su rostro, este último, le devolvió la mirada con fastidio, como si no soportara su presencia o tal vez porque habia interrumpido lo que
para él era “su lugar favorito”.
Buen dia, Paul. Pues ya me has encontrado, pasa algo
pregunté al llegar despreocupadamente a mi ulla detrás del escritorio,
no sabia de donde sacaba la habilidad para permanecer serena e imperturbable, después de lo que acabo de hacer, tal vez eran las ganas
que tenia de que Paul se diera cuenta que su plan no iba del todo bien.
Alexander también se acercó a mi escritorio, llegando hasta la silla para los invitados, pero no se sento, lo único que hizo fue apoyar
manos en el respaldo de esta, para darle una mirada intimidante a Paul,
que estuvieras
por completo mi pregunta y pasó de largo
silla libre, como si Alexander
hasta que usted decidió interrumpir, ¿no le han
sola palabra,
de Paul.
que se atreviera a cuestionar los modales de Paul. Lo último que queria era que
me saliera de las
mencioné su nombre con advertencia, en un intento por calmar su enojo, me miró con incomodidad y no
–
rosas, las he seleccionado especialmente para ti. Paul ignoro olimpicamente las
de Alexander. ¿Las recibiste? Oh, ya sé, mandaste a que las pusieran en agua. Paul insistió en el tema,
a Alexander y hasta ese momento me atrevi a levantar la mirada, mientras jugaba con el boligrafo en mi mano,
la expresión de tragedia de Alexander que por
que lo hacia lucir tan
una mirada de confusión y frustración, sus mejillas se sonrojaron gradualmente, tal y como pasa cuando está molesto, eran muy pocas las veces que lo vela de
completo aquella expresión de desgracia y se sentó despreocupadamente en la silla que estuvo
–
Nunca habias tirado mis regalos a la basura, ¿qué está pasando? Sari. comenzó a quejarse con el ceño fruncido y pronto se quedó en silencio, antes de dedicarle una mirada de rabia al hombre que estaba a su lado. Su expresión
hubiera caido en cuenta. No me
dejé el boligrafo sobre
al asunto, hemos vuelto a Paris y las cosas siguen igual que
más que nunca, debía rechazarlo,
desagradable. ¿Hay algo más?
decir.
a solas?-preguntó luego de escasos segundos en silencio, en los que se dedicó a digerir lo que
de aquello con la presencia de Alexander, pero no tenia nada más qué decir.
iniciar una relación y ahora, me aliviaba no haber cometido un error involucrándome con él,
arrepintiéndome en este momento.
sido clara. ¿Hay algo que debamos hablar? lo miré fijamente tras
que estaba planeando en contra de la familia Doinel, pero obviamente, no
le cruzaba por la mente que yo
Hablemos a solas y…..
con usted, tal vez
acepta un no como respuesta? Alexander intervino interrumpiendo lo que
nuestra conversación, no le daba derecho de hablar
alguien abogara por
Lancaster? ¿Es el defensor de Sarah? Si no recuerdo mal, usted lastimó a Sarah en el pasado
interceder por ella, le recuerdo que gracias a su infidelidad se han
momento, no es más que
incomodarme de sobremanera, sobre todo, porque
llevó a
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In Chapter 70 of the Heredera divorciada Novela de Juliany Linares series,Sarah petit and Alexander Lancaster were married after many years, but Alexander's indifference tired her. Alexander is a great businessman but he is indifferent to people. Now the two are divorced and the thing Sarah is worried about is the baby in her belly,....... Follow Chapter 70 and the latest episodes of this series at Novelxo.com.
Heredera divorciada Novela de Juliany Linares NOVEL Chapter 70
Heredera divorciada Novela de Juliany Linares Chapter 70