No es un accidente.
Las manos me temblaban sin poder evitarlo, las lágrimas se escapaban de mis ojos una tras otra, mientras mi mente en estaba en otro lugar, estaba tan preocupada que ya queria que el avión aterrizara de una vez por todas. Alexander iba a mi lado tomando mi mano, pero ni siquiera sentia su calor, era imposible que no sintiera algo más que desesperación.
Cuando Vincent dijo aquello, me quedé perpleja y mi respiración se volvió irregular, la angustia de saber que algo le habia ocurrido a mis padres no me dejaba respirar con normalidad. Vincent no me dio detalles, pues fue imposible que obtuviera una respuesta de mi parte en aquel estado de shock, sin embargo, Alexander al darse cuenta de ello, tomó mi teléfono y habló con Vincent, supongo que a él si le dio más información, pero no quiso decir nada más que palabras de aliento, que mis padres estarian bien, no esperamos más y tomamos el primer vuelo a Paris.
¿Quieres agua? Te sentará bien para los nervios. -dijo Alexander a mi lado, sacándome de mi ensimismamiento, negué con mi cabeza sin apartar la vista de la ventanilla del avión, esperando que hubiera señal de aterrizaje lo más pronto posible o terminaria
volviéndome loca.
-Quiero ver a mis padres, ver que están bien y no ha sido más que un gran susto. -dije con la voz entrecortada y un nudo en la garganta que a Alexander seriamente. -¿Vas a decirme lo que te dijo Vincent? ¿Qué ha pasado? ¿Cómo están mis padres? -pregunté haciendo mi mayor esfuerzo por mantener la calma y pensar de manera positiva, pero era dificil hacerlo cuando Alexander ha estado evitando el tema desde el momento que sali de mi estado de shock y lo bombardeé con preguntas que se han evadido de su parte,
-Sarah, todo estará bien, necesitas calmarte, pediré agua para ti. y una vez más, evitaba darme una respuesta de mis padres, eso no hizo más que enfurecerme porque se supone que estábamos comenzando de cero, sin mentiras y sin ocultarnos lo más minimo. Me solté de su agarre sin ningún cuidado y sus ojos preocupados se cruzaron con los mios con sorpresa.
-¿Así es como piensas demostrarme que no eres lo que he creido estos años? ¿Asi es como comenzaremos de cero? Qué estúpida fui al creer en ti.-escupi con rabia y con las mejillas empapadas por las rebeldes lágrimas que seguían escapandose sin poder evitarlo, volvi a mirar por la ventanilla, pidiendo en mi corazón que todo esté bien.
Alexander soltó un suspiro de resignación y volvió a tomar mi mano entre la suyas para dibujar circulos en mi piel con su dedo
pulgar.
-Sarah, me cuesta hacer esto después de lo que hemos conversado, lo hago por tu bien, porque estás muy nerviosa y no quiero empeorar la situación, además que no es el lugar adecuado. -to mité severa y entonces supe que no queria hablar porque no tenia buenas noticias, de todos modos, si no me lo contaba él, cualquiera lo haria al llegar a Paris, el resultado sería el mismo.-El avión en el que tus padres viajaban ayer, sufrió fallas técnicas y cayó al mar, el equipo de rescate está en búsqueda de Leonardo y Joele, la posibilidad de que hayan sobrevivido es casi nula. Lo siento mucho.
Más lagrimas se acumularon en mis ojos al escuchar lo que acaba de decir Alexander y senti un dolor desgarrador en mi pecho, como si mites de cuchillas me atravesaran haciéndome sangrar hasta la última gota, el llanto que escapó de mi garganta fue inevitable y entendi porque Alexander no quería decirmelo en este lugar.
Sus brazos me rodearon enseguida y hundi mi rostro en su pecho dejando escapar el dolor desagradable a través de mi llanto.
¿Cómo es posible que pasara algo asi?
Esto quiere decir que es posible que mis padres estén muertos, ¿no los volveré a ver?
no pueden morir, ellos están vivos en cualquier lugar del mar, esperando a que
rescate los encontrase
había reservado para mi? Quien deberia estar ahi soy
momento, mientras tanto, yo estaba despreocupada de la vida haciendo las paces con Alexander en su casa, ignorando lo que pasaba a
de partir porque mi vuelo salía antes que el avión privado
New York hasta que se dieran cuenta de mi ausencia o que no lo notaran, ahora me estaba arrepintiendo de
solo pensar que la ultima vez que los vi fue en la fiesta de cumpleaños
mis padres
en este momento encontraba sentido
piensa con cabeza fria, harias lo que
en este momento ni siquiera podia pensar correctamente, to único que tenia en mi cabeza
estaba ganando y más al recordar el lindo discurso de
buena hija, una buena madre y una gran empresaria, aunque muy testaruda y orgullosa eso no se puede negar. Es su esencia y no podia estar más orgullosa de ser su madre,
y esto quedará como
en Paris, el coche esperaba por nuestra llegada y le ordené que condujera lo más rápido posible a la villa Doinel
tenia rodeada con un brazo como muestra de su apoyo y agradeci que él estuviera acompañandome en este momento tan dificil, ni bien se estacionò el auto en la entrada y sali corriendo hasta la sala de estar donde un Vincent caminaba de un lado a otro con el teléfono en su oreja, mis tios, primos e incluso los Dubois y Julián estaban sentados hablando unos con otros, mi tia era la más afectada, lloraba inconsolablemente en el hombro de su esposo, mientras Bastián y Hugo
salto del sofà que compartia con su familia cada uno con expresión falsa de preocupación
de romper en llanto nuevamente y asenti con mi cabeza esperando con todo mi
Vincent finalizo la llamada y me acerqué a él de inmediato ignorando a los demás que intentaban acercarse a mi para llenarme de fuerza, incluyendo los Dubois que no sabian cómo finger, sus ojos lucian
perder las esperanzas y negó con
de ocho horas de habernos avisado. -Maga está cuidando de Tristán, no he querido decirle al pequeño, no tengo corazón para hacerlo. Sarah, Alexander, acompañenme
Alexander quien posó su mano en mi cintura y me pegó a su cuerpo como si tuviera miedo de que me derrumbara en cualquier momento, pero me mantenia fuerte
me sentara en la silla de mi padre, cerré mis ojos con fuerza inhalando el aroma de mi padre que permanecia en el despacho, imaginando que estaba presente con nosotros, pero al
mis ojos Renos
iniciar una investigación y pagar cualquier cantidad de rescatistas para que los encuentren. No puedo quedarme de brazos cruzados cuando el paradero de
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In chapter 82 of the Heredera divorciada Novela de Juliany Linares series,Sarah petit and Alexander Lancaster were married after many years, but Alexander's indifference tired her. Alexander is a great businessman but he is indifferent to people. Now the two are divorced and the thing Sarah is worried about is the baby in her belly,....... Follow chapter 82 and the latest episodes of this series at Novelxo.com.
Heredera divorciada Novela de Juliany Linares NOVEL chapter 82
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