No hay mal que dure cien años.
Termine de tomarme el tercer vaso de agua que Alexander me ofreció para aminorar los nervios, pero no servia en lo absoluto. El dolor de cabeza era cada vez más intenso, sentia que iba a estallar en cualquier momento, ni siquiera la pastilla que me tomé hace tres horas, cuando Alexander me sacó de la oficina de presidencia hasta la suya, podia disminuir el dolor.
Todo iba de mal a peor.
No me cabia en la cabeza que mi padre no se haya dado cuenta de lo que firmaba y más viniendo de Paul, siendo mi padre tan minucioso con los documentos que firma, es que no tenia sentido, nada de esto tiene sentido.
¿Cómo iba a resolver este desastre cuando mis padres no aparecen por ningún lado?
No podia pensar correctamente y con cada segundo que pasaba, la desesperación se hacia más grande, esto me estaba quedando grande, no tenia la fuerza para afrontar los problemas que calan uno tras otro, lo único que necesitaba en este momento, era que mi teléfono sonara para darme la noticia de que encontraron a mis padres con vida.
-Es que no lo puedo creer, ese imbécil jugó sucio. Pero claro, està consiguiendo lo que su madre cree que debió ser suyo, no le importo pasar por encima de todos y no les importo ensuciarse las manos. Es que cada vez me sorprenden más, Haran lo que se les venga en gana por ser accionistas mayoritarios, asi nos opongamos, tus acciones y las mias no sirven para nada en una junta directiva. Vincent estaba hecho una furia desde que Alexander le contó las “buenas nuevas”, y yo seguia sin creerme que esto estaba pasando por mas que se hablara del asunto.
Por suerte, Tristan se habia quedado dormido, asi no tenia que presenciar la crisis por la que estabamos pasando todos.
Si probamos que el traspaso de acciones se firmó bajo engaños, quizá se pueda resolver. Alexander sugirió a mi lado y a pesar de que entre los dos buscaban soluciones, era ajena a su conversación, mi mirada estaba perdida en el suelo y no hacía más que pensar en mis padres.
-Lo firmó estando cuerdo, debe tener alguna discapacidad para considerarse como engaño, ni siquiera los han declarado muertos para optar por la opción de que la heredera se haga cargo del proceso de anulación.-respondió Vincent irritado, pero más tranquilo en comparación a cuando se enteró de la hazaña de Paul. -Ahora que estamos más calmados, movere mis contactos para informarme del caso, debe haber alguna solución a toda esta locura. ¿Les Dubois dueños de Doinel? Ni hablar. Que lo disfruten mientras le dura.- Vincent tecleaba en su teléfono y miro a Tristán acostado en el sofa. -Hablare afuera, no quiero despertar al niño, aunque tiene buen sueño, ya quisiera yo dormir asi.
Sin esperar una respuesta, salio de la oficina con el teléfono en la mano. Alexander tomó asiento a mi lado y me rodeó con un brazo atrayendome a su cuerpo, logrando que mi cabeza reposara en su pecho.
Todo va a mejorar, cariño, no hay mal que dure cien años. Tienes todo mi apoyo para lo que sea que decidas hacer, ¿lo sabes? Eres fuerte y capaz, encontraremos un modo de salir de esto, sé que estás pasando por una dura situación, pero cuando te sientas lista renacer de las cenizas. Eres Sarah Doinel, tú puedes con todo. -dijo Alexander sobre mi cabeza, mientras acariciaba mi cabello y por más que todos me daban palabras de aliento, mi estado de ánimo seguia siendo el mismo..
sin padres, sin empresa y sin fuerzas, en este momento, no
situación me superaba.
Vincent que volvia de hacer su llamada, pero esfumé aquella idea cuando escuché la voz
está pasando en este lugar? Apenas llego y me entero de que mi hermano es el accionista mayoritario de esta empresa y cuando pienso que están buscando una manera de poner en su sitio a ese imbécil, los encuentro aqui, abrazados sin mover un solo dedo. ¿Me están jodiendo? ¿Dónde está la cámara escondida? -miré a Abby quien estaba alterada moviendo sus manos en
invadió mi pecho por su presencia, me levanté sin contener mi enojo y no sabia si era porque ella es una Dubois o porque a estas alturas no me fiaba de nadie, pero
como su hermano.
con voz gélida y su boca no tardó en abrirse en una perfecta 0, como si estuviera ofendida por las preguntas tan directas y acusatorias que acabo
toda la vida, ¿verdad? Entonces dime, ¿crees que estaria de acuerdo con la mierda que mi hermano está haciendo? ¿Crees que seria participe de algo tan bajo y despiadado? Paul podrá ser mi hermano, pero en este momento, lo estoy detestando por lo que te hizo, por muy familia que sea, estoy en contra de sus malas decisiones. Todos se han vuelto locos en este lugar y yo soy la culpable. ¡Claro! Abby es la loca, Abby es la zafada, Abby es la impertinente, culpen a Abby. -las palabras de Abby sonaban tan sinceras, que por un momento crei que decia la verdad y la estaba juzgando sin saber, después de todo, el investigador
la conocia muy bien, sé que ella es justa y transparente, sin embargo, a estas alturas,
oficina y de inmediato mostró su
yo siempre estaré de parte del bien? En este caso, no me importa los lazos de sangre, odio las injusticias venga de donde venga. -su tono de voz aumentaba con cada palabra que decía y al ver que no obtenia respuesta de nuestra parte, más que miradas de desconfianza, asintió con su cabeza antes hablar. -Vale, ya lo he entendido. No confian en mi porque soy una Dubois, pues les voy a demostrar que me importa tres hectáreas de mierda llevar este apellido que ha sido una desgracia para
bien al desconfiar de ella, claro que la conozco y aunque a veces parezca que le falta un tornillo, era el ser más justo y sincero que conocía, de hecho, mentir era algo que detestaba, además que las pocas mentiras que ha dicho han sido descubiertas por lo mal que lo
diciendo la verdad. -Alexander a mi lado
nota que no la conoces, es una loca que actúa sin pensar, creo que la locura es por genética, no le creo ni un poco. -Vincent habló alterado y lo miré
razón y no es nada parecida a su familia, Abby podrá ser un poco atolondrada, pero lo de su madre y su hermano sobrepasa los limites, son unos psicópatas, unos criminales. El investigador lo ha dicho, ella està
tono de voz fue tan alto que logró despertar a Tristán de su
brazos quien estaba inquieto y asustado, no era
-Cristina apareció en la oficina con un sobre
informe del estado del
Alexander mientras se levantaba del sofá con Tristán en sus brazos y recibió el sobre
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In chapter 84 of the Heredera divorciada Novela de Juliany Linares series,Sarah petit and Alexander Lancaster were married after many years, but Alexander's indifference tired her. Alexander is a great businessman but he is indifferent to people. Now the two are divorced and the thing Sarah is worried about is the baby in her belly,....... Follow chapter 84 and the latest episodes of this series at Novelxo.com.
Heredera divorciada Novela de Juliany Linares NOVEL chapter 84
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