Espera.

La verde mirada de Vincent se detuvo unos segundos en Abby, después de murmurar su nombre con aquel apellido para que solo ella lo escuchara, mirándola detenidamente de pie a cabeza, con su cabello alborotado como el mio, la marca de unos dedos en su mejilla y el vestido azul marino con encaje evidentemente rasgado, luego, me miró del mismo modo, su ceño se frunció antes de ladear

su cabeza como si me estuviese acusando en secreto.

Vale, creo que se ya sabe lo que ha pasado entre nosotras con solo vernos.

Abby, podemos hablar a solas? le pregunté antes de que alguien la distrajera y cuando digo alguien, me refiero a Vincent que

parecia dudar en ir con ella o quedarse callado regañándonos con los ojos.

La mirada de Abby por fin se poso en los demás y su sonrisa fue reemplazada por una mueca de asombro al ver a los gemelos que la

observaban con curiosidad.

Ay, no puede ser. La bofetada me está haciendo ver doble. -dijo cuando su vista se poso en los hermanos Lancaster y me tuve que acercar a ella con prisa para tomarla del brazo y llevarla a un lugar en el que podamos conversar a solas, pero me detuvo cuando Alexis

habló.

-Ella es la amiga de la que me has hablado, Vincent. Creo que no nos hemos presentado antes. Soy Alexis Lancaster. -Abby levantó

sus cejas con asombro y no sabía si era porque el gemelo de Alexander se estaba presentando o porque Vincent habló de ella como su

amiga.

Amiga. Alexis. Lancaster. Me va a doler la cabeza y no es por la mechaneada que nos dimos. -Abby murmuro con dramatismo

solo para que yo la escuchara, pero rápidamente le sonrió a Alexis. —¡Claro! Alexis, el gemelo bueno. Lo siento Alexander, no digo que

seas malo, pero siempre debe haber uno mejor que otro. Soy Abby, la amiga de todos los que ves aqui y por supuesto que la gran amiga

y ahora, también soy tu amiga. Que afortunado eres, bienvenido al club de

pasando al frente de Vincent, aprovechando para pisar su pie “accidentalmente”, y estrechó su mano con la de

como si estuviera desquitando su enojo con el pobre hombre que no tenia la culpa

Alexander.

amigo, tengo una conversación

vez fue ella quien tomó mi brazo y tiró

y los dedos de

interrumpirnos.

de ese imbécil, viene y me sorprende. Un dia dice que soy su novia, me besa apasionadamente frente a un abogado atado a una silla y al otro dia, le dice al primero que se le cruza que soy su amiga y me ignora épicamente. Te juro que está acabando con la poca paciencia que me queda. ¡Espero que un dia de estos su pequeño

de rabia para asentir con su cabeza. -¿Conseguiste información? Regresaste antes de lo

en el sofá como si estuviera agotada, cerró

a insistir para que la abogada Richman se encargara de la denuncia, pero le lloré mientras le inventaba que no podia confiar en otra mujer porque eran las primeras

me levantaba para sentarme en la

la demanda y lo llamó, su teléfono sonaba, pero no lo atendia. Paul no hubiera hecho eso si lo hubiese desaparecido, lo conozco como la palma

se fue de casa más temprano de lo usual sin decir a donde iba y desde entonces, no sabe nada de el. Para

más

más que le daba vueltas, no encontraba una respuesta lógica, lo único que se me venia a la mente era un accidente, un robo o tal vez estaba metido con otras personas peligrosas y estaban ajustando

rogaba para que no saliera mal, para que ella no se arrepintiera a ultimo minuto, era mi único recurso antes

nombre y Abby se levanto del sofà para sentarse en la silla al frente del escritorio y poder

me miente, me ha mentido tantas veces con tanta facilidad, que lo detecto enseguida con su lenguaje corporal, con su mirada, sus expresiones faciales. Ademas, conociendolo como lo hago, él no se arriesgaria a alarmar a todo un bufete de abogados y a su esposa, por mas infiel que sea, con la desaparición de un abogado, que crees que pasaría? la pregunta estaba de más. Era claro que investigarian hasta dar con los verdaderos responsables, Paul no es tan tonto como para cavar su propia

mi espalda con pesadez y cerré mis ojos pensando en lo que haría ahora. Por los momentos tenia la grabación, si la presentaba como prueba en la declaración de Rachel, al igual que la

descanso de todo este

para mirarla con cansancio y ella tomó mi mano mientras me

miré con una ceja enarcada al darme cuenta de que era mio el vestido que yo misma rompi y ella no se tomó el atrevimiento de

esfumo del despacho, dejandome

un vestido, tenia problemas

familiares, aquellas imágenes donde aparecia sonriente con mis padres. Los extrañaba tanto que

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