La Caída y el Rescate del Amor Novela

“i¿Cómo te atreves a contra decirme?!” Dijo volviendo a azotar su látigo.

“Realmente yo…

Pronto se dio cuenta de que esta mujer no le daba ninguna oportunidad para hablar. Cada vez que intentaba explicarse, el látigo caía con más fuerza.

Sus gritos de dolor resonaban en el salón, pero los ocho guardias que estaban justo detrás de la puerta no mostraban ninguna reacción.

“¿Hay alguien ahí? ¿Hay alguien ahí?!”

¡Nadie fue a salvarlo!

“¡Mentira! ¡Te atreves a engañar a la gente! ¡Te atreves a engañar a las mujeres!”

“Bastardo!”

“¡Te atreves a decir que él la tiene pequeña!”

Rhys, que estaba al borde del colapso del dolor, se arrastró hacia la puerta.

En el momento en que abrió la puerta, un látigo golpeó su espalda de nuevo.

Él gritó, pensando que al abrir la puerta del salón, sus guardaespaldas se apresurarían a protegerlo..

Sin embargo, descubrió que todos sus guardaespaldas estaban tendidos en el suelo, y los que estaban frente a él eran unos desconocidos vestidos de negro.

“Ellos…”

“¡Todos están inconscientes!” Dijo el líder de los guardaespaldas con una expresión estoica.

–“¿Cómo es posible?” Rhys miró a los hombres que yacían en el suelo completamente inconscientes. ¿No deberían estar retorciéndose de dolor?

¿Fueron derrotados y simplemente perdieron el conocimiento así?

“Fueron drogados.” El líder de los guardaespaldas continuó, agitando un pañuelo blanco en su mano.

Los demás guardias hicieron lo mismo.

Ella les había dado las drogas.

Aunque le dijeron que podían ganarles, ella dijo que era demasiado cansador hacer tanto esfuerzo.

Él, en representación de todos los guarda espaldas de la familia Terrén, agradeció su consideración.

que siempre mantenía su compostura, gritó de

lo golpeó con el látigo de nuevo, luego

“¡Lárgate!”

atreves a…”

te atreves a hacerte pasar por el vizconde de otro país, qué

azotó su látigo

dolor, y

al ver esta escena, se quedaron boquiabiertos, incrédulos de que la Srta.

látigo detrás de Rhys, como si estuviera arreando ovejas, tragando

ahorró el esfuerzo, pero no se molestó en hacerlo ella misma, era

Pero…

cuando se abrió la puerta, la frase de la Sra. Terrén “¡Te atreves a decir que él la tiene pequeña!”

Parece que…

del Sr. Terrén, realmente…. no

ella está satisfecha.

periodistas seguían firmes en su lugar, sin

a la puerta de Sele Internacional, expectantes.

va su conversación?”

importa cuánto hablen, ¿verdad? ¿Quién renunciaría a esos doscientos millones de dólares? A menos que la Srta. Morales asuma ella misma esa suma de

pérdidas ella misma? Si hubiera sabido que al final

No puedo imaginar cómo rechazará la propuesta de matrimonio

dolor de cabeza. No tengo idea de cómo va a resolver

“¡Miren, están saliendo!”

saliendo! ¡Están

periodistas gritó, y

“¡Aléjense!”

desde atrás, azotaba a un hombre con su látigo, obligándolo a salir. En la entrada, le propinó una patada que lo

y apenas intentó levantarse,

periodistas voltearon a ver. Resultó ser que los guardaespaldas que hablan entrado con él, hablan sido lanzados. afuera sin piedad.

era sin

al hombre inconsciente de encima de él, se levantó, y miró fijamente

¡Cómo te atreves a

preguntar, no tengo nada que temer! ¡Viniste aquí haciéndote pasar por

Rhys estaba enfurecido!

un impostor!”

se es que eres un jugador!

“¡Cómo te atreves!”

atrevo?” Dijo lanzando el

no pudo evitar el golpe de Selena. Golpeado de nuevo, gritó de