Capítulo 1946

Octavio colgó el teléfono, pero no guardó el celular de inmediato. Se quedó mirando el registro de llamadas que marcaba apenas cincuenta y cuatro segundos. Su rostro, impasible y severo, no mostraba ni un ápice de calidez, en la profundidad de sus ojos estrechos habia un abismo insondable.

Un vasto vacio.

No era que no hubiera sentido su ira a punto de estallar, ni que no hubiera notado su contención y desilusión, Ese último “oh” incluso le habia permitido imaginarla apoyada en la mesa, resignada y afligida.

Sus ojos se movieron ligeramente y finalmente guardó el celular para girar y empujar la puerta de la biblioteca.

Renato Camera, con su poncho negro colgando despreocupadamente, se balanceaba en una silla, manteniéndola en equilibrio sobre dos patas.

Al ver a Octavio entrar con cara de pocos amigos, apoyando medio cuerpo en la mesa y con una expresión extremadamente curiosa, preguntó:

“¿Ya casi llega, no?”

Éllo miró de reojo, “No es ella.”

Renato se quedó perplejo por un momento, sus ojos giraron en sus–cuencas y dijo en voz baja: “Es la pequeña de la familia Valdivia, eh?”

Octavio no respondió.

Renato, conociendo su temperamento, torció la boca y comentó: “Vaya, eso sí que te va a costar, que la pequeña te haya echado el ojo”

Se recostó en su silla y acariciando su barbilla pensativo dijo. “Aunque nunca me imaginé que tú le gustaras. Esa chica siempre ha sido muy orgullosa, parece que nadie es digno de su atención, es tan distante con todos. Pero como nunca traté con ella en serio, no sé qué tal es su carácter.

Pero sí, es muy bonita la chica. Me pregunto como seria tenerla de novia. ¿Será de las que se hacen las cariñosas?”

Octavio frunció el ceño lentamente y su pluma se detuvo después de escribir apenas dos palabras.

Al parecer, Renato estaba construyendo alguna fantasía en su cabeza, y esa actitud hizo que Octavio sintiera una repentina imitación.

“Si no vas a estudiar, lárgate.”

Renato volvió a la realidad, “Pero me dijiste que te ayudara a estudiar. Ni siquiera hemos empezado y ya te pones asi ¿Qué te pasa? ¿Acaso te molestó que dijera que la princesita de la familia Valdivia es bonita?”

Octavio lanzó su pluma al lado, mirándolo con frialdad.

cuándo retirarse y levantó las manos en señal de rendición.

bien, ¿me equivoqué? Pero ese enojo, será que crees que

“Renato”

advertencias. Renato asintió rápidamente, “Ok, ok, ya me callo. No volveré a mencionar a

boca como si tuviera algo que decir, luego añadió cuidadosamente

en serio no

delante con un golpe y Renato se calló al instante, sentándose recto.

Octavio para indicarle que no diria nada más, abrió un libro y lo colocó

los labios, con una mirada

Capitulo 1946.

rápidamente pasó por encima del hombro de su amigo y se fijó directamente al

la intimidante mirada helada de Octavio, mostrando un instante de pánico y vergüenza antes

el ceño ligeramente al mirarlo; no recordaba haber visto a ese chico antes,

del

una pausa antes de volver a mirar al chico, que ya no

“¿Quién es ese?”

el rostro de Renato y mientras su voz

siguió su mirada con la

eso siempre ha sido muy estable. Se trata de Construcción Sagel, varias de las familias más influyentes de la Ciudad mantienen relaciones comerciales

mucho, pero de Construcción Sagel sí

frunció levemente el ceño, “¿Y quiénes son esas

los Camera, los

su cabeza en su mano, adormilado, mientras que Octavio estaba sentado erguido, con la mano curvada

a Octavio por un buen rato,

con la cabeza que casi lo hace caer sobre la mesa al oír esa voz

el anular apoyando un lado de la página, alzó la mirada hacia ella por un instante, luego

tienes alguna duda, pregúntale primero a él,”

y de nuevo a Octavio, cuya atención ya había regresado

y mordió su labio, colocando dos vasos de

de comprar.”

detalle tan tierno y atento de la

se acercó y

boca para hablar, pero al final no

con leche, dijo: “Tavito, aquí tienes el

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