La Heredera del Poder

Capítulo 49

Porque aquella persona ya habla sido suficiente para herir a Sofía.

Si se mencionara en ese momento, solo causará más dolor a Sofía.

Natasha se llevaba muy bien con Gabriela; en poco tiempo, las dos jóvenes se hicieron amigas. Aunque Gabriela era dos años menor que Natasha, no sintió ninguna distancia entre ellas.

Charlaban con tanta afinidad que parecía que se lamentaban por no haberse conocido antes.

Al principio, Natasha estaba algo insegura; en su mente, las chicas bonitas siempre eran inalcanzables. Como Yolanda.

Yolanda era atractiva y tenía buenas notas, así que nunca la había mirado de frente.

Después, Natasha no pasó el examen de ingreso a la secundaria y, al terminar la escuela media, comenzó a trabajar.

Yolanda la despreciaba aún más.

En secretas y en público, Yolanda se había burlado de Natasha innumerables veces.

Se mofaba de que Natasha era una analfabeta que nunca podía presentarse en sociedad y que siempre seria pobre.

Natasha, enlazando el brazo de Gabriela, dijo: “Pensé que las chicas guapas como ustedes no eran fáciles de tratar. ¡Pero contigo, Gabi, es diferente!”

Tasha, tú también eres muy bonita.” Y no era un simple cumplido; Natasha era realmente atractiva.

serio, Gabi, eres diferente de lo que imaginaba, y

se tocó la barbilla y dijo muy seriamente: “Quizás es distante porque… no es tan guapa

algo tan vanidoso, quizás seria desagradable para otros.

cuando Gabriela lo decía, no solo no era desagradable, sino que parecía completamente razonable, como si eso

alegría, ¡qué tesoro

Tasha, ¿tienes

su teléfono y

se agregaron

qué no tienes nada en tu perfil?”

cuenta nueva que acabo de

cambió su teléfono al modo selfie. “¿Nos tomamos una selfie?”

la abrazó por los

un clic, tomaron una

foto que acabamos de tomar, voy a

mismo.” Natasha le envió la selfie a

una amiga tan guapa como Gabriela era algo

la sala de

propia hija, “Sofi, se nota que Gabi es una chica muy sensata, no es como Yolanda. Parece que

una persona por su comportamiento. Yolanda siempre había mirado

Gabriela era diferente, no habia ni rastro de