Capítulo 59

Tomás, tras una larga enfermedad, era consciente de su delicada salud.

Sabla que sus días estaban contados.

Prefería darle una esperanza a Anita antes que simplemente morir.

Confiabs en que Anita confiaba en Gabriela.

Si tenía que morir, quería hacerlo sin dejar remordimientos en la vida de Anita.

Al oirlo, Laura, tomando la mano de Tomás, lloró: “¡Tomás, mi niño tonto! ¡Ellos quieren verte muerto! Esa Gabriela no es más que una incompetente, ino sabe nada de medicina!”

Tomás apretó la mano de Laura, “Mamá, nunca le he pedido nada, por favor acceda esta vez. Se lo ruego…”

En ese momento, Tomás vomitó sangre nuevamente.

Viendo a su hijo asi, Laura, resignada, asintió, “¡Bien! ¡Acepto!”

“Gracias, gracias, mamá…” Tomás se apresuró a girar la cabeza hacia Anita, “Anita, da las gracias a

mamá.”

“Gracias, mamá.”

Laura giró la cabeza, sin querer mirar a Anita.

había usado Anita

¡Zorra!

debes recuperarte,” dijo, y luego se volvió hacia Anita, “Ven conmigo un

sea dura con Anita, Tomás

le dio una palmada

siguió a Laura.

al estudio

rostro sonriente de Laura se ensombreció de inmediato, “Anita, si Tomás no sobrevive

Yllescas dijo que este remedio mostraría resultados en un mes. Mamá, esté tranquila, si algo realmente le pasa a Tomás, yo no seguiré viviendo sola. Por favor, deme

hizo

de la puerta, escuchando la conversación, con

receta de Gabriela era inútil para

le ahorraria la molestia

único hijo de la familia Limon y hasta ahora no tenía descendencia. Laura odiaba a Anita,

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por supuesto!

esto por

a

esperar pacientemente a que Tomás cerrara

salió del estudio.

acercó rápidamente y

“Kari, vámonos.”

“Si,” asintió Karina.

villa, Karina dijo, “Tía, no tuvo un altercado con la cuñada, ¿verdad? No entiendo como ella puede confiar tanto en Gabriela. Si algo le pasa

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