Capítulo 86

El conductor Salazar se quedó perplejo por un momento.

Habiéndole servido como conductor a la señora Zesati tantas veces, esta era la primera ocasión en que ella le dirigía la palabra.

“No, no estoy cansado.”

La abuela Zesati continuó: “Salazar, ¿te pareció bonita la muchacha que viste hace un rato?”

El conductor Salazar no estaba seguro de qué esperaba escuchar la señora, así que optó por la sinceridad, “Si, es muy bonita.”

Al escuchar eso, la abuela Zesati exhibió un aire de orgullo y dijo: “¡Por supuesto que es bonita! ¿Acaso mi nieta politica no iba a serlo?”

El conductor Salazar: “……” Asi que la señora había dado toda esa vuelta solo para presumir ante él que su nieta política era muy bonita..

Gabriela llegó a casa.

Sergio ya estaba allí, sentado en la sala charlando con Sofia.

“Gabi, qué bueno que llegaste, mañana es el cumpleaños de tu tia y estamos planeando ir a su casa con tu mamá. Has estado aquí por un tiempo y aún no has conocido a todos los parientes de nuestra familia. Esta será una buena oportunidad para que los conozcas.”

“¿La casa de la tía?” Gabriela se sorprendió un poco, recordando que, aparte de Sergio, Sofia tenía dos hermanas mayores y un hermano.

La “tia” a la que Sergio se referia era la hermana mayor de Sofia, Sara Yllescas,

“Está bien.” Gabriela asintió con la cabeza y luego preguntó: “¿A qué hora vamos mañana? Asi puedo acostarme temprano esta noche.”

ocupada trabajando en el sistema operativo y se había acostumbrado a dormir

tarde.

interrumpió Sofia, “salimos a las

levantó temprano, corrió un poco y luego se unió a Sofía y Sergio para ir a

más de dos horas de

esperaba que la casa de la tía estuviera en tan

gran mansión de dos pisos bastante imponente, con un gran jardín en la parte delantera y dos

la lujosa mansión, Sofia

dia te compraré a ti y al tío veinte mansiones como esta. Una para que vivan y diecinueve para alquilar. Así podrán sentarse en casa a

serio?” preguntó Sergio un poco emocionado.

Capitulo 86

Gabriela realmente podria

ese deseo, ya me haces feliz. Obviamente, no tomó

mansión ordinaria costaba al menos 7 millones.

como esa no bajaría de los 10 millones.

millones; su familia no

adelantó para tocar

puerta fue abierta por una empleada

los visitantes, Sofía y Gabriela, la empleada no mostró mucho respeto,

parientes pobres sin vergüenza venian

sino que se giró y gritó: “Señora, tiene visita!”

salió de la casa. Entre las hermanas Yllescas, Sara era la que mejor se había casado.

en Capital Nube como el

se atrevía

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