La Heredera del Poder

Capítulo 95

Sofia, una mujer soltera con una hija inútil a su cargo y un jugador empedernido, sin un apoyo real, no tenía más opción que someterse humildemente a la voluntad de su familia materna.

Por eso, Simón no estaba preocupado en lo más minimo, y continuo, “Mamá, usted verá, voy a contar hasta siete y ella seguramente regresará buscándonos.”

Dicho esto, Simón empezó la cuenta regresiva.

El conteo estaba por llegar a siete y aún no había señales de que Sofía pensara volver.

Sara fruncia el ceño, preocupada de que su hermana pudiera arruinar los planes de Félix.

Parecía que necesitaba encontrar una solución rápidamente.

Cogió su teléfono celular y envió un mensaje al instante.

Justo cuando Sofía abria la puerta del estudio, se encontró de frente con Julio.

Julio era un hombre corpulento y al verlo, Sofia instintivamente retrocedió varios pasos.

‘Sofi, dijo Julio con una mirada lasciva, como si Sofía estuviera desnuda ante él.

Sara, con una sonrisa, se acercó, “Sofi, hemos dejado este tiempo y espacio para ti y el Señor Lazcano, tómense su tiempo para conversar.”

Y con eso, Sara llevó a todos fuera del estudio.

**Hermana!” Sofia, sabiendo que algo no andaba bien, agarró la mano de Sara.

Julio, “Señor Lazcano, le

la mente de Sara,

dar ese paso, entonces Sara la

Sofia y Julio consumaran la relación para

“Sofi, tranquila, que aunque parezca duro soy de buen corazón, vamos a entrar y conocernos mejor.”

satisfecho con Sofia.

hermosa y tenia una buena figura, mucho más atractiva

dado su consentimiento, ya no tenía por qué

siquiera le dio a Sofía la oportunidad de

puerta del estudio

nuevo su

Julio y se

Julio brillaban con un destello lascivo y, frotándose las manos, dijo:

Afuera.

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Capitulo 95

habían salido del estudio excepto Sofía, Gabriela

bastarda siempre será una bastarda, y sin modales en

“¿Con quién crees que estás hablando? ¿Tu madre no te enseñó a saludar a tus mayores? ¡Careces de educación!”

ella tuviera educación, mi tía no la habría tenido

que estaba hablando

de Nieves, Sofía y su hija Gabriela no eran más que dos pobres

con furia, “Cuida tu