La Heredera del Poder

Capítulo 164

Olga le dio unas palmaditas en la mano a Ángela, “Últimamente el clima está malo, ha habido muchos días nublados y lluviosos, tus articulaciones no están bien, recuerda cuidarte.”

“Entendido.” Angela asintió con la cabeza.

Las expresiones de ambas estaban ocultas bajo sombras profundas.

Todo quedaba dicho sin palabras.

Angela no rechazó más los regalos de Olga, le advirtió: “Ya se está haciendo tarde, ten cuidado en el camino.”

Olga asintió con la cabeza.

Después de que Olga se fue, Angela no se marchó inmediatamente, sino que se quedó parada, observando cómo las luces traseras del coche desaparecían en la oscuridad de la noche. Entonces, se dio la vuelta para caminar hacia la mansión.

Después de que Natasha se marchara, Gabriela se quedó en casa investigando el chip, con la esperanza de lanzar pronto al mercado la ropa con temperatura ajustable.

Luego, tomó algunos encargos en sitios web internacionales.

Como tenía cosas que hacer, Gabriela no fue a ayudar en el restaurante esa noche.

Al día siguiente por la mañana, Gabriela y Leslie regresaron a casa justo después de

correr.

Justo cuando llegaba a la entrada del complejo residencial.

De repente, una limusina alargada Lincoln se cruzó en su camino.

puerta se abrió.

descendieron uno tras otro

con gafas de sol.

hija de una familia adinerada

¡Increíblemente guay!

el cabello canoso salió del coche rodeada como una

Capitulo 164

recién llegada, Gabriela se quedó perpleja,

abuela Zesati vestida de manera sencilla, Gabriela se sorprendió al verla tan elegante de repente.

“¡Gabi!”

y le dio un

tiempo sin ver a su nuera, y seguía siendo

más bonita que cuando era

¿te asustaste un poco al verme, pensaste que estabas viendo

asintió, “Un poco,

orgullosa, dijo: “¡Ya te había dicho que mi familia tiene una

no me creías!”

respondió: “Ahora lo

solo tenía una mina, si dijeran que tenían una máquina de hacer dinero solo

continuó: “¡Mi nieto también es un chico que enamora

Zesati le guiñó un ojo a Gabriela y preguntó, “¿Qué te parece, considerarias a

casa

no se

Zesati se comportaba de esa forma, como una niña pequeña.

cambió sutilmente de tema y dijo, “Abuela Zesati, afuera hace mucho calor, ¡vamos adentro a hablar! Mi mamá preparó esta mañana una sopa fría de