CORAZONES ATADOS. CAPÍTULO 11. Él pidió la verdad… 

James agradecía desde el fondo de su corazón que Maddi se hubiera tomado aquel momento de vergüenza con humor. Absolutamente nada había cambiado entre ellos, pero la verdad eso solo era porque ambos eran muy buenos ocultando lo que pensaban. 

Al principio a Maddi se le había alborotado aquella pequeña chispa, pero se le había pasado dos días después, cuando él ni siquiera había dado indicios de… bueno, de nada. 

Cuando John Anders llegó con ellos lo primero que hizo fue mandarlos a habitaciones separadas. 

Prepararlos para el interrogatorio no era difícil, en especial porque no tenían nada que ocultar, pero ver a James salir de su habitación cada cinco minutos y no dormir, era épico para él. 

-Tengo que decirlo, lo estoy disfrutando–se rio cuando lo vio pasear por la casa a las dos de la madrugada después de asomarse tres veces a la habitación de Maddi-. ¿Extrañas sus tiernos ronquiditos? 

-Muy gracioso, John -rezongó James sentándose a su lado en el sofá de la sala-. Tú también estás despierto. 

-Yo tengo un caso que preparar, y a ti te tiene desvelado el enamoramiento. 

-¡No digas eso! 

-¡Cierto, cierto! Hasta después de la sentencia de divorcio no puedo decir que estás completamente colado por Maddi. 

-¡John! 

-¡Oye, no es nada malo! Está bien, si querías al potrillo lo más lógico es que enlaces a la yegua -rio el abogado con sinceridad. 1 

-¡No hables así, ni que Maddi fuera una purasangre!… 

-¡Ooooooh pero sí lo 

sí lo es, 

mi amigo! ¡Esa mujer es una purasangre, y probablemente debe estar preguntándose, como yo, qué demonios te pasa que todavía no se te sube el semental que llevas dentro! 1 

James puso los ojos en blanco y no trató de explicarle a su abogado lo estresado porque sabía que se reiría en su cara. 

que 

estaba 

-Solo te advierto una cosa, James, prepárate para pasar un poco de vergüenza mañana, porque Maddi dijo y cito: Yo no me voy a callar ninguna verdad. ¡Así que asumo que va a molestar a más de uno! -le advirtió John. 

Él no respondió, pero al día siguiente la sonrisa suave de Maddi despertando logró calmarlo. -¿James? ¿Qué pasa? – preguntó viéndolo sentado y pensativo frente a su cama. 

–Nada, es que… quiero que sepas que no estás obligada a hacer esto. 

-¿Me quieres quitar la diversión? -murmuró ella sonriendo. ¡Eso no lo puedo permitir, señor King! 

Maddi se vistió con sencillez, y a pesar de que trataba de tener buen ánimo, no pudo evitar 

primer gesto de James para tomar su mano también fue el último, porque aquel juzgado estaba lleno

con su abogado, el señor Eldrich. El alegato de apertura del señor Eldrich fue fantástico, digno de cualquier novela de Tolkien mientras relataba los difíciles años de presión que había sufrido su clienta para embarazarse, todo para que al final su marido acabara tomando

levantó

el edificio Astoria que guardan el momento exacto en que el señor King y la señorita Maddison Grant se conocieron, dos semanas después de su ruptura con la señora Sabrina. Mi cliente

adoptarlo! ¿¡No ve que me estaba engañando con esa zorra!?

y John

¿le parece bien si procedemos a interrogar a los testigos? —le pidió-. Honestamente no quiero

juez arrugó el ceño pero asintió. Sabrina por supuesto subió de primera y luego de hacer un drama mayúsculo con las preguntas de su abogado,

está haciendo todo esto, usted trajo a mi cliente a juicio con el objetivo en invalidar

de dinero, es

no quiere decir que haya cruzado medio mundo para que usted se crea que soy un payaso -replicó John con sorna-. ¡Esto es por dinero! ¿O me va a negar que desde antes de saber de la existencia de la señorita Grant usted no le había enviado ya una demanda al señor King por la mitad de todos sus bienes?

apretó los labios y cerró los dedos como garfios sobre

¡Fui su esposa dos años! ¡Y luego viene esta zorra y ¿cree que voy a permitir que no solo se quede con él sino

berrinche porque no quiere que nadie más

está esperando un hijo! ¿Cómo es

estaba a punto de llamar al orden cuando Maddi levantó

decir algo, señorita Grant?

—dijo ella levantándose-. Quisiera aclarar para los periodistas presentes, que el diminutivo de Maddison es Maddi, ese que ella usa no sé de dónde lo sacó. 1

procure dirigirse con respeto a todas las personas

juez haciendo que la modelo se pusiera roja de la ira-. Prosiga, abogado Anders. (1)

Sabrina y la

señorita Grant, pero ¿no estaba usted presente en la consulta

oficiales de los análisis y se los mostró al juez, que lanzó una mirada de

 

―――――――― 

sabe que mentirle a una corte es penado por la

mintiendo! ¡Que él sea estéril no quiere decir que no se esté acostando

pero usted no se molestó en investigar eso ¿verdad señora

me puede hablar así! —gritó

Sabrina a bajarse del estrado y pidió que Maddi subiera a declarar.

nudo en el estómago cuando la vio allí. Llevaba una ropa sencilla y

el juez y

está esperando es de

Prescott, es estudiante de medicina de último año de la Universidad Estatal. El señor James King no tiene ningún vínculo biológico con mi bebé, solo estamos tramitando la adopción por su parte, ya que su

acuerdo con esa adopción? -indagó

dos podremos estar con el bebé, así que estamos de acuerdo en cuanto a los términos

alguna otra relación con él de tipo sentimental?

-dijo Maddi sin dudarlo, pero creo

dio por satisfecho, pero sabía que

el abogado de Sabrina-. ¡Recuerde que juró decir la verdad! ¡Piense en lo que

club de teatro que aquí nadie vino a perder tiempo. El asunto es simple: el señor King no puede tener hijos, yo estoy dispuesta a darle en adopción

apretó los labios.

a negar que viven juntos?

para nada. Sí vivimos juntos -sentenció

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