La Novia Equivocada Novela de Day Torres

LA NOVIA EQUIVOCADA CAPÍTULO 21

CAPITULO 21. Fui yo Durante ocho años Aquiles Wilde, junto con su mujer y su hija, habían ansiado deshacerse de Amelie, porque era un triste recordatorio de que solo eran gente pobre que cuidaban a una niña rica. Después de cumplir la mayoría de edad, tanto Heather como Stephanie habían querido sacarla de la casa, pero Aquiles temía lo que podía pasar su Amelie descubría que toda la fortuna de la que se disfrutaba en esa mansión, incluyendo la mansión misma, le pertenecía a ella. 1 Sin embargo en ese momento, mientras la nariz rota de su hija sangraba, ya no podía soportarla más.

-¡Tu tía y yo te criamos después de que te quedaste huérfana! ¿¡Y así es como lo agradeces!? ¿¡Lastimando a nuestra hija!? – le escupió con desprecio mientras la veía arrodillada en el suelo recogiendo sus cosas.

-Si no te gustaba cómo me portaba, ¿por qué no me echaste hace años? —le espetó Amelie sin inmutarse-. Lo único que querías era otra sirvienta gratis, y te cansaste de ver cómo tu mujer y tu hija me maltrataban. ¡La golpeé porque me agredió! ¡Solo me estaba defendiendo y tú sabes muy bien que no es la primera vez! -se defendió Amelie aunque sabía que a nadie le importaba.

– ¡Sal de mi casa! ¡Y no vuelvas nunca más! -gritó Aquiles mientras le daba una patada a la bolsa negra-. Voy a reportar esto a la policía ¡y si solo te acercas a nosotros de nuevo te voy a denunciar por agresión!

– ¡Nos debes mucho dinero! – le recordó su tía—. ¡Y con esto que acabas de hacer tenemos mucho para denunciarte! ¡Lárgate de aquí! ¡Y si te acercas a nosotros o si volvemos a verte te vamos a mandar a la cárcel!

Amelie suspiró, se puso de pie y agarró su bolsa. No podía quedarse allí, no después de lo que había hecho Stephanie, pero ni siquiera podía imaginar que sus tíos solo hacían aquello para evitar que ella reclamara su herencia.

“¡Qué familia de !”, pensó mientras se quitaba los tacones y se daba la vuelta para marcharse. Miró hacia la verja de salida, no tenía a dónde ir, ni siquiera sabía dónde dormiría esa noche, y no podía negar que se sentía un poco aterrada. Sin embargo antes de que pudiera dar el primer paso, un Roll Royce Phantom que ya ella conocía muy bien le dio la vuelta a la rotonda del jardín y se estacionó frente a ellos.

De los asientos delanteros se bajaron el chofer y una mujer que Amelie enseguida reconoció como el Ama de Llaves de la mansión King.

-Señorita Amelie – dijo la mujer con amabilidad-. Por favor suba al auto, nosotros llevaremos sus cosas.

Ante la mirada asombrada de todos, el chofer sacó una maleta de diseñador Luis Vuitton, y el Ama de llaves pasó las cosas de la bolsa de Amelie a la costosísima maleta. Luego el chofer la metió en el maletero y le abrió la puerta.

-¿Qué diablos está pasando? ¿Qué es esto? —gritó Stephanie con tono nasal, sosteniéndose la nariz rota. ? Pero ninguno de los dos empleados le respondió a ella.

– Por favor, señorita Amelie. El abuelo King la está esperando. Suba – le sonrió el chofer y Amelie se subió al auto, un poco aturdida y otro poco temblorosa. 2

chofer entró y cerró la puerta. Lo siguiente que Amelie escuchó fue un motor potente poniéndose en marcha, mientras el auto se alejaba a toda

¡Yo lo sabía! Amelie la sentó en

¿O fue el abuelo King? — le preguntó, preocupada, porque no

que iban por orden del abuelo, por si tú no querías venir… es que papá sabe que no te cae bien. Amelie suspiró con

me

favor, Meli! ¿Puedes hablar con él? ¡Esa bruja de Stephanie es peor que Úrsula, me quiere lastimar y quitarme a mi papá! – moqueó la niña,. ¡Por favor, Meli, no

lo que pasó hoy, seguro tu papi va a pensar mucho mejor las cosas – murmuró Amelie-. Él te quiere mucho,

¡Yo le pregunté y me dijo

no tenía ninguna confianza en eso. Nathan era testarudo y difícil, y por alguna razón estaba encaprichado en darle una madre a Sophia, como si esa fuera la solución para todo. Acabó arropando a la niña y en cuanto la vio cerrar los ojitos con cansancio se dirigió al despacho de Nathan. Por debajo de la

—preguntó Amelie sin preocuparse de los protocolos de

me dijo que los Wilde iban a echarte de la casa -respondió él -.

los brazos

mandaste a buscar por la mujer que le rompió la nariz a tu prometida? – lo interrogó

en asuntos de mujeres, con que se le sane la nariz antes del día de la boda me doy

que su corazón se detenía. ¿De verdad todavía seguía con la

Todavía piensas casarte con Stephanie? – ¿Por qué no? Sophia todavía necesita una madre y ella está dispuesta – contestó Nathan, mirándola fijamente. 1 Amelie quedó atónita ante aquellas palabras y sintió que se le ponía

de llaves también estaría dispuesta y sería mejor opción! – exclamó Amelie furiosa—. ¡Sophia la detesta! ¡Y Stephanie no puede odiar más a tu

aprenderán a entenderse – declaro Nathan con indiferencia—. Cuando vivan juntas no les quedará más remedio que llevarse bien. Puede que Stephanie sea un poco mimada y le guste la disciplina, pero confío en que hará lo correcto con mi hija. Amelie miró a Nathan, con el corazón palpitando de rabia. No podía creer lo que estaba oyendo:

loco? -exclamó furiosa — ¿No ves que Stephanie te está utilizando por tu dinero, por la posición que puedes darle? ¡Solo trata de usar a Sophia para llegar a ti y ni eso lo hace bien! ¡Acaba de amenazarla con alejarla

fuera la primera vez que la veía. Se levantó lentamente del escritorio

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