ATRACCIÓN PELIGROSA. CAPÍTULO 22. No quiero dejarte sola

Aaron sonrió al ver a Nahia dormida en aquel sofá. Era tan linda la condenada que le daban ganas de quedarse abrazándola para siempre, pero la verdad era que todavía había mucho entre los dos que ella debía saber.

La levantó en brazos y se la llevó a la cama, y procuró portarse como un caballero.

Al día siguiente cuando Nahia abrió los ojos ya estaba sola, pero sonrió sabiendo que había pasado la mejor noche de su vida. Y la mañana no pintaba nada mal, porque encontrarse a Aaron en su cocina, solo en pantalón de algodón y camiseta ya era suficiente para hacerla sonreír. 1

Se quedó de pie contra el marco de la puerta y él puso una taza de café sobre la barra de la cocina que empujó hacia ella.

-Buenos días, Bella Durmiente.

-Buenos días, Shrek -respondió Nahia.

-Auch, eso dolió -se quejó Aaron-. Pensé que ya me querías un poquito.

-Y te quiero, de hecho eso fue un halago -murmuró ella llegado hasta él y pasando los brazos sobre sus hombros para besarlo, porque por su no te has dado cuenta, Shrek fue el único que le hizo tres ogritos

de un tirón a su princesa. 2

Aaron estalló en carcajadas y la levantó por las caderas para sentarla en la encimera y colarse entre sus

piernas.

-De verdad que para ser virgen eres bastante lanzadita, niña -le dijo mientras la besaba despacio. 2

Él sabía a café y olía delicioso, y ella terminó suspirando contra su cuello.

-Conste que solo me pasa contigo porque me gustas mucho -aclaró Nahia y Aaron la acarició despacio.

-Bien, ¿qué quieres hacer hoy?

-Pues no sé, ¿qué se puede hacer un domingo con nubes y amenaza de lluvia? -ella se encogió de hombros. ¿Nos ponemos los pijamas y vemos películas?

Su voz era tan inocente que Aaron casi cayó en su juego.

quieres hacer una! -se rio-. Mejor vístete

vistieron con informalidad y recorrieron las calles de la ciudad, compraron en los mercaditos, almorzaron fuera y se comportaron como la pareja enamorada que eran hasta que llegó la

apretó contra ella mientras le daba el beso

varias de sus compañeras de clase que se habían enterado de lo sucedido con Vanessa, pero ninguna era lo suficientemente estúpida como para reclamarle nada. Aaron se mantenía con la seriedad y la distancia de un guardaespaldas profesional, pero apenas llegaban a la casa ya

demasiado rápido. Conocerse mejor era fácil por un lado, pero completamente imposible por otro. A Nahia le gustaba hablar de su familia, siempre tenía una anécdota especial que contar sobre ellos, pero para Aaron no era precisamente simple

por

aquella chica le gustaba más. Era dulce, madura, gentil y con una puntería impecable cuando se trataba de amenazarlo con un sartén.

-dijo ella con una vocecita sensual y Aaron se mordió los labios, arrinconándola contra

-le preguntó-. ¿No te das cuenta del esfuerzo que estoy haciendo por portarme

no te das cuenta del esfuerzo que yo estoy haciendo para que te portes mal?

con ganas de hacerle mil veces más que eso, pero antes de que pudiera quitarle la blusa y

reconociendo que era el tono que destinaba al trabajo y del otro lado

es que me lo dices?! -espetó con frustración-. ¿Para qué demonios tenemos un

asistente y se giró hacia Nahia,

cuentas? -le pidió.

que quieras, Nahia, pero tengo que ir a Londres de inmediato -respondió él con tono asustado y la muchacha

algo malo?

la ciudad, y ver qué está pasando le dijo con tono ansioso-. No puedo dejarte sola aquí, así que necesito

después, así que solo metió sus documentos importantes en una bolsa, se calzó botas más cómodas y exactamente tres minutos después aquella camioneta avanzaba a toda velocidad

en silencio mientras Aaron se concentraba en conducir, y Nahia puso su mano sobre la de él como si quisiera darle fuerzas, porque realmente se

cuando estacionaron en uno de los edificios

responsable y nunca ha fallado en ninguna asignación, así que tengo la

mano y luego se bajó para abrirle la

pero no veo por qué te sientes responsable por eso -murmuró la

a Jared a esa asignación en Bulgaria, a cuidar de una madre y su bebé, y hace tres días que no se ha reportado -murmuró Aaron-. Él sabe que el protocolo debe cumplirse y es quizás el más puntual de mis hombres, así que no creo que solo haya decidido ignorarlo. No responde a ninguna llamada ni mensaje. Estoy preocupado

su mano y

un gesto comprensivo, pero apenas el aparato comenzó a moverse

decir con

confesiones,

de seguridad donde trabajo, Aztra Security…

Nahia

te vas

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