La Venganza de la Esposa Muda

Capítulo 0028

– Papá yo igual saldré un rato – mencionó Elliot tratando de disfrazar su emoción.

– Está bien hijo, total ya casi es hora de comer – indicó Guillermo al ver que su hijo se notaba feliz – ¿quieres que comamos juntos?

– Perdón papá, pero ya tengo planes.

–

– Está bien hijo, ve con cuidado y recuerda regresar a tiempo porque como jefe debes dar el ejemplo.

– Si – declaró feliz el castaño adolescente, quien al darle la espalda a su papá empezó a correr para llegar al lugar indicado en ese mensaje.

El lugar donde sería esa reunión era un restaurante, por lo que el adolescente al llegar pidió una mesa para dos en un lugar un poco alejado para mayor privacidad.

Al tener la mesa, le mandó un mensaje a esa persona para decirle que ya había pedido una mesa.

Durante la espera el adolescente estaba un poco ansioso y feliz, porque al fin su cuñada le contactó, ya que le agradaba su compañía y la veía como la hermana que nunca tuvo.

Mientras la esperaba, ordenó la comida para ambos y tras esperar unos 5 minutos alguien le toco el hombro, provocando que se asustara un poco y se girara rápidamente, encontrándose con esa mirada color azul que le agradaba mucho.

-¿Débora? – preguntó asombrado al notar como estaba arreglada. “Hola Elliot” – saludó sonriéndole.

– Wa… eres otra tú – dijo abrazándola y dándole un beso en la mejilla

ven siéntate, ya deben traer la comida.

y se sentó frente al menor –

has estado?”

en la escuela del extranjero y

que podrías”

tú y papá son los que siempre han creído en mí… a diferencia de

entendía porque esa mujer hacía distinción entre sus hijos, entendía que la odiara a ella… pero no a su propio hijo – “bueno cambiemos de tema ¿cómo has

aunque ahora estaré más

“¿Y eso?”

de la presidencia a Roger y me la dejo

Débora estaba asombrada y confundida, ya que no pensó que él perdiera la

porque era parte de la voluntad del abuelo que estaba

veo… me imagino que en estos momentos lo está pasando muy

fuiste de la casa por el tema del embarazo de Sophia

indicó

en eso los interrumpieron por el mesero, quien

y bebidas que le habían pedido.

le sonrieron y esperaron a que sirviera todos los platos para retomar su charla.

Débora

ya estaba cansada del maltrato, el cual sé que se hubiera intensificado por culpa del embarazo

la razón y descuida, yo jamás veré al hijo de Sophia como mi

no puedes negar el hecho

engreída pesada – dijo frunciendo el ceño – una vez trato de ir

a ser tío es la razón por la

– ¿Eh?

“Yo estoy embarazada”