La Venganza de la Esposa Muda

Capítulo 0036

– En ese caso deberemos aplazar este juicio…

Te gane estúpida – pensó Roger sonriendo con malicia, ya que gracias a sus amistades logró averiguar el nombre del traductor para el juicio y lo soborno para que no se presentará, lo que significaba que por hoy se terminó el juicio y ahora la obligatoria a regresar al departamento con él.

Roger y Juan estaban contentos porque sin traductor, el juicio debía aplazarse hasta nuevo aviso dándoles chance de preparar todo para contraatacar o buscar anular el juicio.

Cristian vio las sonrisas de ambos y era lógico que ellos tuvieran algo que ver con la mágica ausencia del traductor, pero no se rendiría tan fácilmente.

– Sin un intérprete temo que tendré que…

– Perdón su señoría, pero si lo permite mi esposa puede ser intérprete de Débora – mencionó rápidamente Cristian.

– Objeción – dijo Juan colocándose de pie – eso no se puede, porque esa mujer es la amiga de Débora, así que ¿cómo sabemos que será imparcial con sus traducciones?

“Señor juez por favor permita que mi amiga me ayude” – le pidió Débora mirando a los ojos al mayor

Señor juez no…

– Voy a permitir que la señora sea la intérprete para ese juicio.

–

indicó Pero puede tergiversar las palabras de la señora Débora Juan

ya que ella al ser su amiga tendrá una inclinación por uno de los bandos presentes.

la arresten ya que sabré

porque Yo también sé lenguaje de señas – declaró el juez

de señas.

feliz y ahora se sentía apoyada al ver que el juez le entendía.

– mencionó el juez mirándola a los ojos – así que… abogados, empiecen a

su plan falló, no pensó que el juez entendiera el lenguaje de señas, demonios… se supone que es un lenguaje raro que unos cuantos imbéciles defectuosos hablaban, pero

”

desea nada económico o material a cambio de esta separación, sólo desea darle fin al matrimonio para poder

feliz y…

le interrumpió Juan.

a qué? – le preguntó el

– Am… pues…

un juego, solo hable cuando tenga algo inteligente que

Juan tomando asiento y haciendo

–

un imbécil baja mirando

le contestó

digo, tarado porque me ocultaste cosas

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rechinando los dientes.

divorcio rápido, ya que hace poco se enteró

ese comentario nuevamente la sala

murmullos.

SILENCIO ordenó el juez frunciendo el ceño y golpeando con su mazo su escritorio para