La Venganza de la Esposa Muda

Capítulo 0039

– Señora adelante, suba al estrado.

Isabela avanzó hasta el estrado y tras dar el juramento tomó asiento.

– Señora podría decirnos sobre cómo ha sufrido su hijo a manos de…

– Objeción – le interrumpió Cristian no que él ama a Débora, entonces ¿cómo puede estar diciendo que ella es grosera y mala con su madre? ¿eso no es contradictorio?

– Claro que no, porque ella embrujo a mi hijo e hizo que se enamorara perdidamente de él, pero a escondidas ella me maltrataba e insultaba – dijo Isabela empleando en tono melodramático.

– Sabe… me gustaría saber cómo unos movimientos de mano le pueden insultar al punto de ofenderla tanto como está demostrando – indicó Cristian mirando mal a la mujer mayor.

– No me interrumpas cuando yo estoy interrogando – dijo Juan molesto.

– Abogado, espere su turno.

– Tch…

“Tranquilo Cristian”

–

Entonces señora puede decirnos ¿qué es lo que sabe? – preguntó

Juan.

– Claro, Débora aparenta ser muy amable y todo eso, pero es una chica muy cruel y grosera, de hecho hasta su familia se alegró cuando se deshizo de ella – opinó empleando un tono preocupada en SU VOZ de hecho, es un infierno estar en su casa y ella maltrata a mi pobre hijo, su familia también opina eso.

la relación de la familia de mi

¿cómo puede dañar o hacerle maldad

– Pues…

yo deseo hacerle unas preguntas interesantes a la señora Isabela –

– Adelante.

señora me puede decir ¿qué pasó la última vez que visitó a su nuera en su departamento? porque fue un acontecimiento muy problemático, ya que hasta la policía intervino en el asunto.

que pasa es que su esposa es

Cristian – y en complicidad con Débora me estuvieron insultando y hasta me trataron de golpear… dios de

no me faltaron de romperte tu cara estirada

mujer me

Orden… por favor que la

Perdón señoría, pero esta

m*****a muerta de hambre ¿como

ORDEN, SEÑORAS CONTROLENSE.

que todos vean que la señora Isabela Petrovic no es la

gritos y golpes, ya que una mujer mayor no ha parado de golpear la puerta del departamento 228 y estuvo así por más de 30 minutos. golpeando y después causó un gran alboroto cuando la

NO me abría la puerta – dijo mirando con odio a Débora – y perdón, pero a

–

Y dígame, porque estar tocando la puerta por 30 minutos, digo aquí

no te

que no se… unos 5-10 minutos de espera u

vas o buscar llamar a la persona para saber si está en casa

– Am… pues…

no le llamo a su celular a Débora para preguntarle si

am… digo Débora no posee un