La Venganza de la Esposa Muda

Capítulo 0081

“Si, acepto” – declaró ella tomándolo de la mano extendida para hacer que se parara y poder besarlo.

– Te amo Deb.

“Igual te amo Jayden” – mencionó ella sonrojada y mirando a los ojos al rubio.

-Wa… eso fue hermoso – en eso la pareja se asustó y vieron que los padres de Jayden estaban parados debajo del marco de la puerta del balcón, donde la mayor estaba sujetando su celular para grabar ese hermoso momento.

– Excelente manejo de las palabras hijo mencionó Enrique alzando su pulgar a modo de aprobación.

– Papá… – se quejó sonrojado el rubio

Débora igual estaba apenada, pero estaba feliz.

– Jayden deja de quejarte y ya ponle el anillo a tu linda novia – le regañó Samanta.

– Jo… ya voy… – indicó haciendo un puchero, pero sonrió al girarse para ver a su amada y con cuidado le coloco el anillo en su dedo casadero.

Al colocárselo los mayores les aplaudieron y se acercaron para felicitarlos por el compromiso.

Samanta ya sabes, te hace algo malo este niño y me dices para

“Si”

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se quejó el nombrado.

y Débora la pasó bien con sus nuevos suegros, descubriendo que Jayden era la combinación perfecta

mayores se notaban muy felices porque a su punto de vista no solo ganaron a una hija maravillosa, si no que dentro de poco serán abuelos y

Anderson,

ya estaba pasando de moda ese tema y por lo tanto ya nadie los buscaba para entrevistarlos… lo que significaba que ya no estaban recibiendo dinero por vender sus

porque todos sus supuestos amigos les dieron la espalda y ya se sentían aislados y sin escape porque los abogados de Guillermo ya les habian dado un día límite para el pago o serian. desalojados de todas

– se quejó

ya estoy harta de esta situación Casandra, al ver que ya solo tenía 20 seguidores en sus redes sociales.

su celular al suelo, porque ninguno de sus amigos o conocidos le tomaban las llamadas y otros ya directamente lo habian

azotando con fuerza el teléfono que habla estado usando – esa estúpida

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que ya no quieren

– habló sonando desesperado – será mejor que ya me des tu idea de cómo adueñarnos de la fortuna de la muda, porque es

Eh… ah si… contestó el joven rubio, aunque en su

– le llamó frunciendo el ceño, ya

papá, mi hermano lo

rápidamente Casandra.