La Venganza de la Esposa Muda

Capítulo 0095

– ¡SUÉLTAME, AUXILIO!

Roger se asustó al escuchar ese grito de mujer provocando que la liberara de ese agarre mientras daba unos pasos atrás observando con asombro a la castaña porque todo indicaba que ella fue quien gritó, pero ¿cómo?

Lamentablemente no pudo averiguarlo, porque enseguida llegaron dos empleados de la tienda seguidos de Jayden.

-¿Tu otra vez? – dijo molesto el rubio corriendo a abrazar a su pareja

¿porque sigues molestando a mi novia?

– Aunque sea tu novia, yo puedo acercarme a ella porque lleva a mi hijo en su vientre.

Este bebe es mi hijo y ya deja de acosar a Débora – declaró sintiendo que ella se abrazaba con fuerza a su cuerpo.

– Ese niño no es…

– Señor por favor retírese o llamaremos a la policía – le ordenaron los trabajadores.

– Débora amor, tranquila aqui estoy mencionó Jayden abrazándola de forma protectora.

Ella solo asintió sin soltarlo.

Jayden la movió un poco y noto las marcas en la muñeca de ella, sintiendo que la sangre le hervía.

Si serás animal, ella está embarazada y aun así le haces daño – se quejó tratando de controlarse de no lanzarse sobre Roger para golpearlo.

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policía – empezó a decir

corriendo, porque no quería regresar de nuevo a ese lugar porque si un nuevo escándalo ocurría, perdería el poco apoyo que su padre le brindaba

momentos.

dijo molesto

comenzó a decir apenado el

gerente.

culpa, pero podrían traernos algo

fueron por algo

– ¿Están bien?

“Si”

Jeje me asustaste mi amor, pero esa cosa que te dio

mostró que tenía en

le comentó sobre eso a Carolina, ella le sugirió que para futuras ocasiones crearán un arma especial contra él y esa sería que ella en verdad gritara por auxilio. Al principio la castaña pensó que ella se estaba burlando, pero al ver que tomó su celular y se grabó gritando por ayuda, para luego regresarle su teléfono lo entendió, en caso de emergencia sacaría su teléfono y reproducirá ese grito moviendo sus

a

de recibir ayuda, algo que funcionó muy bien en

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momento.

solo por eso le comprare

– le corrigió el rubio ayudándola

uno de los vendedores con una botella

agua para ella.

Débora tomó la botella que le ofrecieron y procedió a beber un poco de ese líquido.

ayudó a andar para ir juntos a revisar

les ayudarán a guardar todo en su auto, pagaron las cosas y regresaron a casa.

casa de Carolina

en esos momentos, Débora estaba terminando de colocar la

mesa.