La Venganza de la Esposa Muda

Capítulo 0142

“Hay dulces en la alacena y tengo refresco en la nevera”

– ¡Yey! – Eliot no dudo en buscar esas golosinas para comer un poco.

Al ver esa reacción, por un momento ella visualizó a James haciendo lo mismo.

En eso tomó su celular para mandarle un mensaje a su pareja.

Débora dice: Hola mi amor, oye voy a ir a la plaza con Eliot.

Jayden dice: De acuerdo mi amor vayan con cuidado, yo ando aquí en las obras supervisando los avances y apenas termine voy con

ustedes.

Débora dice: Okey, estaremos recorriendo las tiendas de videojuegos ya que deseo comprarle un regalo por haber conseguido su título.

Jayden dice: Entendido y en que llegue igual buscare darle un regalo para complementar el tuyo.

ice: Va, hehe entonces ¿ahí te veo?

dice: Si, buscaré terminar rápido y reunirme con ustedes.

ora dice: Va mi amor, con cuidado..

Acompañado de ese mensaje le mando un stickers de besos y guardo su celular algo apenada.

Con el mensaje enviado, ellos fueron a la plaza.

Al llegar empezaron a recorrer las tiendas de videojuegos, esperando que algo captará la atención del adolescente, el cual no tardó en

encontrar ese algo especial.

-Wa… hermana ¡mira! – declaró emocionado ingresando a esa tienda.

Débora le siguió notando que él miraba una silla gamer.

tiene de

el mouse por si eres jugador de pc o aquí tiene un portavasos, las bocinas para tener

etiqueta del precio ah… tendría que

acercándose para darle unas palmadas en su espalda y en eso busco llamar la atención del vendedor, quien

Me la puede vender – pidió

Eh… en… en serio, pero hermana es cara –

si señora, la quiere en este color o también

gro con rayas rojas.

al quieres?”

y al ver

–

gracias y am… ese blanco

mencionó mirando al vendedor.

¿desean algo

la silla dijo

paguen e igual ¿desean llevársela ahora o

e igual ¿ustedes la arman o se paga para

#25 BONUS

–

lo haga? – le

adicional irá el técnico a

Cobre de una vez el servicio, por favor – dijo ella sacando

tomó los datos del

enviarla a su casa.

Hermana te amo, gracias, gracias, gracias – decía

“De nada”

su andar y al mirar atrás vieron

– ¿Las conoces hermana?

dijo ella haciendo una mueca, para girarse a

protectora unto a la castaña, ya

hablar contigo y

– la castaña les miró asombrada y