La Venganza de la Esposa Muda

Capítulo 0150

Bueno ¿ya terminaste de leerlo? – preguntó exasperado Camilo.

“Si, aunque no entiendo… la primera hoja es el perdón, pero ¿para qué son las demás hojas?”

– Por eso te dije, deja de leer cosas que no entiendes y firma de una

vez.

“No tan rápido ¿qué no recuerda lo que le dije?”

-¿De qué hablas?

“No voy a firmar nada hasta que me entregue lo prometido”

– Primero firma…

“Entonces no”

– Oye tú – habló Carolina llamando la atención de todos – niño ¿no debes decir algo al respecto? porque este abogado está haciendo alegal en estos momentos.

– el pelirrojo se miraba un poco nervioso al respecto.

Que yo sepa, se supone que un perdón no debe estar condicionado a obtener algo a cambio, porque por eso es un perdón – recalcó la pelinegra cruzándose de brazos.

– Ah… bueno eso….

Mujer cállate, no hables de lo que no sabes – dijo molesto Camilo – y mira, para que dejes de llorar velo aquí esta – declaró mirando a Débora mientras sacaba de entre sus ropas un llavero de oro con un gran diamante amarillo en el centro.

ese objeto estiró

a su abuelo, pero cuando estaba por tomarlo Camilo

lo viste jahora

frunció el ceño

dejar que ocurra este chantaje? – le preguntó

no estaba pendiente de la discusión si no de la

lo entrega, no voy

firma TODOS los

escribió ella frunció el ceño manteniéndose

decisión.

ella mientras alzaba la mano para

en eso la puerta de la oficina se abrió de golpe dándole paso a

¿QUE SON ESTOS

Augusto… – susurró asustado

–

ustedes y que hacen en mi oficina y …? ¿Jeremy? – mientras estaba analizando la situación su mirada se enfocó en su pequeño hermano que estaba sentado en

haces en mi oficina?

es el verdadero juez Montero – opinó

divertida.

+25 BONUS

pelirrojo mayor

Augusto esto… lo que pasa es que… –

manos unos papeles y sobre su escritorio estaba su sello – Jeremy ¿qué estás haciendo? – reclamó molesto acercándose para tomar

mayor era más fuerte

estos papeles sin un abogado que la ayude? acaso no sabe que eso es ilegal y se puede

escribió preocupada Débora – “¿a qué

estar su abogado o alguien competente a su lado, para explicarle lo